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Mira

10, diciembre 2016 - 10:57

┃ Fernando Schwartz

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Pachuca tuvo sus revanchas. Monterrey las alcanzó en participaciones consecutivas y ahora ha llegado tu turno del América. Águilas, en un Centenario mediático que se convirtió en una losa para sus alas, llega a Osaka con la misión de olvidar lo sucedido en el 2015. Para 2015, lo clasifica Matosas como campeón de Concacaf y dirige Nacho. Para 2016 lo clasifica Ambriz y ahora lo tendrá en responsabilidad como técnico La Volpe.

Como sea y quien esté en la banca, la mayor parte del plantel sabe de la frustración vivida en 2015. La revancha, un año después sirve para sacar la casta, la espina y poder enfrentar a Real Madrid.

América, a diferencia de otros clubes mexicanos, llega embalado y en ritmo de competencia. Viene en plena Liguilla, donde ha pospuesto la final y no ha tenido semanas de descanso. Esa inercia competitiva que trae es lo que le obliga a avanzar, a demostrar su supremacía y mostrar otra cara. Ya sabemos que los equipos asiáticos se caracterizan por su velocidad y son guerreros. Por ello, América, con base en su conjunto y toque, con el brillo de sus individualidades, debe pasar sobre un equipo al que ya venció en 2006.

La Volpe es un estudioso de la táctica fija y creo que esta jugara un papel fundamental. Un equipo en donde William Da Silva se ha convertido en protagonista principal, y donde Oribe ha mostrado su clase, sacrificio, jugando en una posición que no es la suya y que aún en modificaciones sobre la marcha, cuando vuelve al frente, anota en forma decisiva.

Un factor importante en cuanto a lo anímico ha sido el extraordinario regreso de Darwin. Realmente es un jugador diferente, alegre, encara, que va bien además en el estilo y abre brechas peligrosas a favor de su conjunto. Tampoco podemos dejar a un lado la brillante actuación de Moi en portería, que en plena madurez es pieza fundamental para el equilibrio que debe haber entre ataque y defensa, donde Goltz es el caudillo de la zaga, que dejando a un lado la rudeza, ha sido sólido en esta campaña. La Volpe, con amplia experiencia en el terreno internacional, jugará un papel importante desde la banca, porque su rápida lectura de partido, frente a un rival estudiado, pero desconocido, puede marcar la diferencia en esta competencia, que debe ser parte del brillante colofón en el Centenario, tan atribulado que ha vivido el América, más por cuestiones de mercadotecnia que deportiva, donde 14 sin perder y un título de Concacaf dan un alivio por ahora.

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