Con nueve años de alternativa, el matador Joselito Adame sumó su tercera encerrona y esta ha sido nada menos que en la Plaza México. En el marco de un cambio de empresa en el coso de Insurgentes, así como novedades y esquemas nuevos, la administración de la nueva figura del toreo mexicano apostó en contra de algunos factores para dicho acontecimiento. Si bien el público de siempre se ha mostrado escéptico con las recientes propuestas que TauroPlaza México ha ofrecido para una naciente generación de aficionados que buscan cambios, el torear en solitario no se veía nada esperanzador en cuanto a factor convocatoria, teniendo en cuenta que el público se está acomodando a la nueva dinámica de festejos consecutivos. Y para colmo, la fecha era lunes, luego de dos corridas de toros que ya se habían celebrado al hilo. Pero dicen que los retos son para los toreros grandes y ante todo pronóstico, finalmente la encerrona de Adame fue una muestra importante del poder en taquilla que tiene el diestro de Aguascalientes. Nueve años de alternativa y tres encerronas, vaya que es un merito tremendo.

Claro que el coso no se iba a llenar a tope, pensar en eso es una terquedad, principalmente cuando el espectáculo tuvo un déficit de casi 20 años por su total olvido en las líneas mercadológicas.

Hoy quedó demostrado que Joselito está en el ánimo del publico, la entrada en el coso ha sido de las mejores que se han registrado en toda la temporada, gracias a una espléndido despliegue de publicidad hecho por empresa y torero; el resultado, de acuerdo al ganado que en su mayoría no tuvo mucha tela para cortar, fue muy bueno: dos orejas de un toro y una de otro. Salida a hombros, tarde de triunfo para Joselito.

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PRODIGIOSOS NATURALES

Lo más impresionante se registró en el segundo, de Teófilo Gómez llamado Mexicano y que contó con un lado izquierdo excepcional, para ser ovacionado en el arrastre. Adame le cuajó chicuelinas bien ajustadas para quitar del caballo. Brindó a sus papás este toro. No daba mucha opción el astado por derecha, salía pegando derrotes totalmente deslucido. Pero su lado izquierdo era un prodigio y Adame de inmediato que lo probó se dio cuenta de esta enorme cualidad y lo cuajó. Hilvanó series con muletazos lentos, muy lentos e interminables por el buen recorrido del toro. Una y otra ves Joselito se recreó y recreó la pupila, gustándose interminablemente. Los naturales fueron de mucha filigrana y calidad, redondos a más no poder y de una profundidad inigualable. Joselito se desmayó por completo, nada fue forzado, todo con naturalidad, dado una dimensión enorme a su conjunción. Concluyó con una combinación de bernardinas y manoletinas. Y la rúbrica de su obra fue una estocada fulminante. Los tendidos se pintaron de blanco y el juez otorgó las dos orejas y tras la vuelta clamorosa, se escucharon dianas al final.

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MUCHA CABEZA

Ante su primero, de San Isidro, se lució a la verónica y quitó con garbo. Brindó al público. A las 17:16 iniciaba su primera faena de muleta. Deslucido, echando la cara arriba y con celo medido fue su primero oponente, el toro no dio mucha opción; no obstante, Adame le extrajo muletazos de un gran mérito, conformando un trasteo cerebral que tuvo eco en los tendidos. Pinchazos y una entera.

NI UN TORO NI OTRO

El tercero, de Cieneguilla, saltó al callejón y tremendo golpe que se llevó, salió mermado y para malas se dio una vuelta de campana cuando Adame daba sus lances de tanteo; sólo una larga cambiada de hinojos pudo realizar.

Salió uno de Montecristo, ante el cual el subalterno Gustavo Campos se desmonteró por su estupenda ejecución en banderillas. Adame brindó a sus hermanos Luis David y Gerardo, que estaban en barreras. Se deshizo rápido de este toro debido a que se rajó. Pitos a los despojos.

SIN TELA

El cuarto, de Villa Carmela, que resultó descastado, reservón y con la cara arriba, no pasó inadvertido para Joselito que estuvo entregado buscando hacer fiesta; extrajo algunos detalles. No alargó su labor al no encontrar eco. Pitos al toro.

SOBERBIOS MULETAZOS, OREJA

El quinto, de Montecristo, lo fue a recibir Joselito a Portagayola, luego cuajó zapopinas de una gran dimensión, ya que son su especialidad. Y se animó a poner banderillas, con toda entrega y corazón. Con la muleta poco estaba consiguiendo al inicio de su faena, el toro se mostró incierto e iba aquerenciándose, pero en tablas Adame le cuajó una serie larga de “colosales” pases que terminaron por romper con el público, ahí Adame obligó al toro a ir una y otra vez, repitiendo la dosis simulando el de pecho y girando la muñeca antes de despedir al toro para regresarlo y así hacerlo en repetidas ocasiones. Una invención de El Coloso de Tula, Jorge Gutiérrez. Al termino de la serie Adame aventó la muleta y rodilla en piso se abrió la chaquetilla para ofrecer el pecho frente al toro. Prosiguió con manoletinas y concluyó de una soberbia estocada recibiendo. Una oreja a petición que fue concedida.

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SERIE ESTRUJANTE AL ESTRIBO

Al sexto, de Barralva, lo recibió de una larga cambiada de hinojos. Quitó por caleserinas y brindó el cierra plaza al cónclave. Inicio sentado en el estribo del ruedo con una serie de estrujantes muletazos. El astado se fue a menos de inmediato, le costaba desplazarse y acabo con medias embestidas y la cara arriba.  Finiquito con descabellos y un aviso.

MINUTO DE APLAUSOS

Tras el paseíllo se brindó un minuto de aplausos en memoria del subalterno en retiro Joaquín Angelino y el ganadero Fernando Ochoa Ponce de León, recién fallecidos.