POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

Ismael Hernández lleva una vida especial en el pentatlón.

Un deporte que escogió desde que era un niño.

Ahora es un medallista olímpico, después de muchas bajas y altas.

“Este año fue muy redondo, lleno de muchas cosas positivas, resultados, pero también de muchos aprendizajes”, dijo.

Son más de 16 años dedicados al pentatlón, de alcanzar a dominar las cinco pruebas que conlleva.

Pero así lo escogió y se aferró al mismo para alcanzar el reto más importante de todo deportista.

“Diría que es el mejor año de mi vida hasta el momento, pero ahora hay que trabajar para los siguientes proyectos. El camino vuelve a empezar y habrá que redoblar esfuerzos para cumplir nuevas metas y nuevos sueños”.

Nunca lo doblegaron las situaciones adversas que sufrió. Como la suspensión de un año por doping o el no ir a los Juegos Olímpicos de Londres por una lesión.

Por eso el destino le había marcado el camino hacia el 2016.

Lo entendió y lo supo aprovechar con un muy buen trabajo.

“Obtuve además del Premio Nacional del Deporte. Todos los reconocimientos dados a tu persona ayudan a mejorar este año que de por sí fue espectacular. Así que debemos enfocarnos a lo que vendrá pero con mayor satisfacción”.

Ismael Hernández, pertenece a las Fuerzas Armadas del Ejército. Lo cual le hace ser más exigente consigo mismo.

Por ello todos los días desde muy temprano comienza su trajinar deportivo.

“Ahora vendrán varios cambios en mi vida, pero hay que entrenar lo doble de cara a las siguientes competencias en mayo que, serían las Copas. Estoy contento por todo este año que en verdad será difícil mejorarlo, pero siempre hay pensar en cómo mejorar todo lo que nos pasó”.

Orgulloso de su deporte, Ismael tiene todavía un camino por recorrer, aunque ahora sea como unos de los deportistas mexicanos con excelentes logros a nivel internacional.