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2, enero 2017 - 11:12

┃ José Luis Camarillo

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Eddy Reynoso, el joven entrenador jalisciense que junto a su padre, Chepo, han llevado la carrera de Saúl “Canelo” Álvarez desde que el hoy ídolo jalisciense tenía 13 años de edad, manifestó dentro de su mensaje de enhorabuena por el Año Nuevo, que Canelo Team concluía 2016 con dos campeones: el muchacho de la cabellera pelirroja en el trono superwelter de la WBO, y el nayarita José “Tecuala” Argumedo, titular mundial de peso mínimo de la FIB.

Con el “Canelo” y Argumedo, suman nueve mexicanos monarcas del mundo con los que abrimos 2017, en espera de que otros compatriotas hagan el grado y eleven el número para contrariar algunas publicaciones que mencionan la palabra “crisis”, algo muy alejado de la realidad.

Se esperaba más de Moisés Fuentes, quien pagó el precio de ir contra las leyes de la naturaleza e insistir en conquistar la faja absoluta minimosca de la WBO, cuando ya su cuerpo le exige instalarse definitivamente entre los moscas (112 libras).

Como informamos en nota por separado, un desconocido Moi cayó en cinco episodios de manera aplastante contra el invicto Kosei Tanaka al discutir contra el japonés la correa que el filipino Donnie Nietes dejó vacante. Moi sostuvo dos guerras del ring contra Nietes y tras regresar de Filipinas con un discutido empate en la primera, fracasó de manera rotunda en la segunda.

Al abrir lo que era el año pasado, México contaba con ocho jerarcas del orbe, de manera que el resumen no es malo.

Francisco “Bandido” Vargas, campeón superpluma del WBC, y Moisés “Chucky” Flores, monarca interino supergallo de la WBA -ahora tiene enfrente la difícil encomienda de medirse con el súper campeón de su peso por la Asociación, el zurdo cubano Guillermo Rigondeaux-, integran junto al ya mencionado “Tecuala” Argumedo, la tercia de campeones con las que el pugilismo de nuestro país comenzó  y finalizó 2016.

No puede decirse lo mismo de Carlos Cuadras, que soportó un controvertido fallo unánime en su defensa del trono supermosca del WBC contra el nicaragüense Román “Chocolatito” González. El 10 de septiembre en El Fórum quedará marcado como la fecha y escenario en que con el rostro tumefacto como nunca antes, el “Chocolatito” alcanzaba su cuarta coronación en distintas categorías, con lo que superó al tricampeón e ídolo sempiterno de su país, el gran Alexis Argüello.

Hugo “Cuatito” Ruiz dejó el título supergallo del WBC a manos de Hozumi Hasegawa, quien le causó un daño decisivo con un cabezazo que le fracturó el puente nasal desde el primer episodio, apenas seis días después del tropiezo del “Príncipe” Cuadras, con lo que dos campeonatos se desvanecían en el aire en circunstancias no tan claras.

En esos mismos días se anunció la renuncia por parte de Juan Francisco “Gallo” Estrada a sus tiaras de peso mosca de la WBAy la WBO, con lo que en un muy corto lapso amanecimos sin una tercia de soberanos ecuménicos.

 

GANIGAN LÓPEZ

El mexiquense Ganigán “Maravilla” López, nativo de Amecameca y quien al seguir la tradición que proviene de su abuelo, el primero con el citado apodo que luego transferiría al padre de Ganigan, fue a Kyoto, Japón, a reclamar para nuestro pugilismo la faja minimosca del WBA contra Yu Kimura, por veredicto mayoritario que debió ser unánime. Su éxito lo vivió el 4 de marzo.

Ganigan vengó el revés que Kimura le había impuesto al mazatleco Pedro Guevara y, antes de lesionarse, López cumplió una defensa triunfal contra el recio filipino Jonathan Taconing, al que dio una lección de habilidad y buen boxeo en la Arena Coliseocapitalina.

Miguel Berchelt, quintanarroense avecindado en Mérida, capturó el fajín interino superpluma de la WBO apenas ocho días después de la coronación de Ganigan, al batir al inglés George Jupp. Pudo defenderlo en una ocasión contra el tailandés Chonlatarn Piriyapinyo y quedó listo para “la pelea de su vida” contra el “Bandido” Vargas, por el sitio de jefe absoluto de las 130 libras del Consejo Mundial de Boxeo.

No es de nuestro gusto que mexicanos se enfrenten entre sí, pero ello es parte de las grandes peleas que pueden generarse al chocar hombres con sangre guerrera, como ocurrió cuando Vargas hizo en junio su única defensa de 2016 y sacó un apuradísimo empate contra el tremendo sonorense Orlando “Siri” Salido. En consecuencia, el choque entre Vargas y el “Siri” fue Pelea del Año del WBC.

 

“ZURDO” RAMÍREZ

Cuando el legendario promotor Bob Arum presentó ante la prensa internacional al mazatleco Gilberto “Zurdo” Ramírez, lo calificó como “el nuevo Carlos Monzón”. Bueno, al muchacho sinaloense todavía le queda mucho por demostrar, pero no puede negarse que su irrupción en las grandes ligas del pugilismo fue espectacular, al manejar los 12 rounds a su antojo al alemán de origen armenio Artur “King” Abraham, para arrebatarle el cinturón de peso supermediano de la WBO con tres votos de 120-108.

De paso, aquel 9 de abril en Las Vegas, el estrella de Team Zápari se convirtió en el primer azteca en reinar en las 168 libras.

 

ÓSCAR VALDEZ

El sonorense doble púgil olímpico Óscar Valdez respondió a las expectativas desde que el 9 de abril aplicó el primer nocaut de su carrera a Evgene “Ruso Mexicano” Gradovich, un ex campeón pluma de la FIB, y el 23 de julio se apoderó de la correa de las126 libras de la WBO al noquear con lujo de superioridad al argentino Matías Rueda. Éste llegaba con una vistosa racha de nocauts y también con aureola de imbatido.

 

LEO SANTA CRUZ

El cáncer que aquejaba a su padre y hacedor boxístico, José Santa Cruz, posiblemente disminuyó el ánimo y el rendimiento de Leo, quien tras vencer en un duelo de mucho orgullo al jalisciense Ábner Mares en el otoño de 2015 para alzarse con el reconocimiento de súper campeón pluma de la WBA -la correa estaba sin dueño-, tuvo éxito en su primera salida de 2016 contra el voluntarioso español Kiko Martínez, pero cayó por cerrada decisión mayoritaria -uno de los jueces marcó empate- contra el imbatido norirlandés Carl “Chacal” Frampton, que venía de abdicar a las fajas de peso supergallo de la WBA y de la FIB tras superar al inglés Scout Quigg.

 

“CANELO”

Saúl “Canelo” Álvarez posee un físico prodigioso que le permitió pesar 155 libras en mayo de 2016, solamente una por encima del tope superwelter, para su primera y única exposición como rey mediano del WBC después de titularse en esa categoría con una muy buena exhibición de boxeo contra el boricua Miguel Cotto, en noviembre de 2015.

Su víctima en la apertura para boxeo de la T-Mobile Arena fue el británico Amir Khan, a quien dejó como fulminado en la lona pocos días antes de expresar que dejaba el cinturón de las 160 libras por así convenir a sus intereses. Lo cierto es que el WBC le había puesto un plazo perentorio para defenderlo contra el monarca interino, el kazajo Genaddy “GGG” Golovkin, y ese encuentro es de muchos millones. Esta es la razón por la que Óscar de la Hoya y Éric Gómez, dueño y presidente de Golden Boy Promotions, respectivamente, indicaron al “Canelo”, con el acuerdo de Chepo y Eddy Reynoso, que debía renunciar al trono de las 160 libras para poder llevar a efecto las negociaciones con el tiempo y la estrategia más indicadas del caso.

En un alarde físico, Saúl registraría su peso más bajo en mucho tiempo, 154 libras, para regresar al casillero de los superwelters y quitarle la faja de esa división al soberano de la WBO, el inglés Lian “Beefy” Smith, por nocaut en nueve episodios con lucido castigo a la zona hepática, el 17 de septiembre. En tal oportunidad, Saúl congregó a poco más de 51 mil personas en el lujoso AT&T Stadium de Arlington, la casa de los Dallas Cowboys.

 

ÁBNER MARES

Ábner Mares demostró que “sigue vivo” y que todavía busca triunfos de resonancia al quitarle al argentino Jesús Cuellar el cetro mundial pluma regular de la WBA a través de un boxeo inteligente que le valió un fallo unánime, el 11 de diciembre.

 

DE MUCHO ATRACTIVO

Así las cosas, se espera que de un momento a otro se resuelva si el “Canelo” y Julio César Chávez júnior colisionarán en el ring en lo que sería un combate “de época” y que sería una demostración más de que el boxeo es en esencia un negocio. ¿A qué nos referimos? Pues a que Álvarez está lejos de ser un peso supermediano -la pactarían en 165 libras- y que Julito necesitaría someterse a una disciplina monástica motivado por ese pleito de muchísimos millones, que sería el más rico protagonizado por dos aztecas.

Independientemente de lo anterior, por igual se habla de “ahora sí” una contienda que atraería la atención del orbe por completo entre el “Canelo” y “GGG” Golovkin. A fuerza de insistir, si no se ha concretado es porque el dinero en juego es muy grande y falta definir cuánto se llevaría el kazajo, ya que la mayor tajada se la llevaría por lógica el de Jalisco, como ocurriría en una probable batalla contra Julio júnior.