Identificado con Dragon Ball y la sociedad con el “Guti” Érick Gutiérrez, Hirvin Lozano rememora el hat-trick que logró el sábado anterior en León, que le valió la victoria a sus Tuzos y transformarse como la figura de la primera jornada del Clausura 2017. “Surgió así, de la nada”, comparte el “Chucky” al Diario de los Deportistas.

“Cuando nos concentramos me quedo con ‘Guti’ en el cuarto, y surgió (el festejo de Dragon Ball) de la nada. ‘Vamos a festejar así’, me dijo. A la hora del partido, no me acordaba, pero al final terminamos por hacer el festejo”, que significa la fusión de Goku y Vegeta en la caricatura. “No soy tan fan de ese programa, pero sí lo veía”, descubre.

“Él (‘Guti’) es mi mejor socio en la cancha”, confiesa Lozano. “Con ‘Guti’ llevamos jugando 10 años juntos, sabemos la idea que tenemos y es muy importante para hacer una buena dupla”, añade, en la intimidad de su hogar, donde recibe el futbolista  a ESTO.

“Luego pusieron una foto de cuando estábamos chicos, del festejo, y recodando todo. Felices de que seamos compañeros y juguemos juntos”, explica. “Muy dichosos los dos y contentos del partido que se dio”, revela el hábil mediocampista, autor del triplete en la visita del Pachuca a León.

Enseguida, recuerda: “Me siento muy contento de la oportunidad de anotar esos tres goles, que fueron muy bonitos, y empezando el torneo, mucho mejor. Gracias a Dios fueron circunstancias que ‘Guti’ entra y me pone los últimos dos goles, y muy contento de mis compañeros, porque sin ellos no podría lograr esto. Y hay que seguir en este paso”.

Este es el segundo triplete del “Chucky” en su carrera, “el primero fue contra Veracruz, en el torneo pasado, en casa. Llevo alrededor de 30 goles”.

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– ¿Y no vas a extrañar a Rodolfo Pizarro?

“Sí, igual con él hacíamos algo especial”, responde Hirving. “Hacíamos buena mancuerna los tres. Espero que le vaya bien en Chivas, es un gran jugador y un buen ser humano”.

Hirving Lozano reconoce que es más identificado como el “Chucky” y no le incomoda que le digan así. “Llevo más de 10 años con el apodo. Se me quedó y no me molesta ni me perjudica en nada”, asegura. “Surge cuando llego a Pachuca, ya para quedarme. Había dos compañeros que me pusieron así porque decían que yo me escondía y asustaba a los demás. Hoy me conocen más así”.

Satisfecho, el inspirado deportista descubre que “hay momentos donde tienes que entregar todo y ahorita es tiempo de dar todo lo que tengo para el equipo y hacer el equipo mejor; ojalá más adelante se dé la oportunidad de lograr lo máximo del torneo”, dice, a la vez que relata la sensación posterior a la épica batalla: “Nos tuvimos que quedar allá, en León, y viendo el resumen se vieron bonitas las anotaciones, comencé a verlas y me entró un sentimiento bonito de felicidad y regresando a casa se lo dedico siempre a ellos (a sus seres queridos) y viéndolos, felicitándome mi esposa, recordando los goles y muy felices de ver los goles”, relata.

Al mismo tiempo, “todos mis compañeros me felicitaron, porque saqué la garra cuando hubo roces en el partido, me decían que me tranquilizara, pero en el segundo tiempo resolví las dos anotaciones y me dijeron que así tenía que jugar y todos me apoyaron”.

Hirving levanta la mano

En un año muy intenso para la Selección Mexicana, Hirving Lozano anhela participar activamente con la camiseta verde. La eliminatoria mundialista rumbo a Rusia 2018, la Copa Confederaciones y la Copa Oro son los eventos más importantes dentro del calendario, y el “Chucky” pretende aportar su granito de oro y convertirse en uno de los jugadores predilectos del colombiano Juan Carlos Osorio.

“Sería muy bonito que me dieran la oportunidad de ir”, ya sea a Rusia, dentro de la Confederaciones, o a la Copa Oro. “Siempre hay que trabajar para demostrar en cada partido y que vean qué nivel tenemos, cada jugador, y sería algo muy bonito”.

De entrada se siente satisfecho por el respaldo que le ha dado Osorio: “Sí, yo creo que sí, soy joven, me ha dado oportunidades muy bonitas, se las agradezco mucho. Y ojalá pueda seguir en la Selección Mayor, que es algo increíble, que muchos quisieran estar y yo disfruto y doy lo máximo en cada partido de la Selección. Ojalá se dé otra vez la oportunidad”.

Participar en el Tricolor resulta una experiencia única, con todo y que es feliz en las concentraciones de los Tuzos. “Es otro sentimiento.

Pachuca es algo muy bonito para mí, pero la Selección es increíble, porque vives al máximo, desde que te concentras. Se te sube la adrenalina a tope y esos momentos son increíbles. Es muy bonito estar concentrado para jugar un partido de Selección”, comparte.

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Uno de los consagrados de México, el internacional Rafael Márquez, se ha acercado varias veces al “Chucky” para darle consejos. “Sí se me ha acercado a platicar, me ha dado consejos del futbol y un poco de la vida”, revela. “Pero la verdad es un gran ser humano, que siempre trata de ayudar a cada jugador que está en la Selección y a mí sí se me ha acercado. Son conceptos de futbol de gran nivel, porque él vivió el futbol a grandes niveles. Me dijo algunas cosas que he aprendido de eso, porque las he llevado a cabo. Me aconsejó que jugara más con mi línea de banda, porque juego más por fuera, y que estuviera más pegado hacia la banda. Y lo he hecho”, celebra.

Ahora está pendiente de la próxima convocatoria, para el amistoso contra Islandia en Las Vegas, con el que abrirá el año Tricolor: “Ahorita (Osorio) no me ha dicho nada”, aunque obvio levanta la mano, porque “es la Selección y es algo muy bonito”, aunque también está dispuesto a colaborar con la Sub-23. “Si me llaman, iré con mucho gusto, para daré lo mejor de mí. Pero ahorita yo creo que es Pachuca, donde debo demostrar”.

Jesús Martínez y Andrés Fassi, dirigentes de Grupo Pachuca, han sido como unos padres para Lozano. “Ellos me dicen que siga así, trabajando, porque esto va mejorando y me aconsejan que no pierda la cabeza y siga en esa senda”, remata sonriente. 

Tipo con Ángel

Aunque su apodo lo dibuja como un muñeco diabólico, Hirving Lozano es un tipo que lleva dibujada la aureola de Ángel. Desde su debut tuvo el tino de anotar. Y el pasado sábado aportó tres tantos en la victoria sobre el León. Él atribuye su transformación futbolística a la felicidad que le ha dado su familia. Daniela, su esposa, y la pequeña Ana, tienen loco al “Chucky”, quien espera a su segundo hijo, porque Dany ya tiene seis meses de embarazo.

“Desde que llegaron ha sido diferente mi vida, ha dado un giro muy fuerte, al pensar, al actuar y ver todas las cosas para ellos y para mí”, descubre. “Yo creo que fue muy importante la llegada de ellos a mi vida y de ahí surgió el ‘Chucky’, de ahí dio su máximo para lograr lo poco que he logrado”, añade.

“Creo que se lo debo mucho a mi familia y estoy muy contento y feliz de estar en este momento, de las oportunidades que se me han dado y de ellos, de mi familia”, revela, convencido de que su despertar futbolístico llegó a la par de su pequeña Ana. “Sí, claro, es como te dije, desde que llegaron ellas, fueron el bum para salir adelante, sacar lo máximo que tenía y me dieron las oportunidades de estar en Primera División, jugar y yo creo que ellas son muy importantes”.

Aunque él y su familia son originarios de la Ciudad de México, Daniela es hidalguense: “Me vine a vivir a Pachuca, directamente a la escuela de futbol. Fui a hacer pruebas y nada más. Ella (su esposa) sí es de aquí”.

“Como papá vamos aprendiendo y mejorando el bienestar de ella y del que viene”, dice, respecto a su hijo que está por nacer. “Vamos a ser papás otra vez. Ya tiene seis meses”.

Enseguida, Lozano precisa a ESTO cómo vive después de un partido, sobre todo como el que tuvo recién el sábado: “Lo normal es salir a desayunar, a comer, vamos al cine, vamos a llevar a la niña al zoológico, a parques, ayer me tocó limpiar la casa y yo creo que tratamos de siempre darle lo mejor a la niña, para que conviva más y se saque de la rutina diaria”.

– ¿Y qué te trajeron los Reyes?

“Me trajeron otro bebé y también tres goles, ¿no? Además, me trajeron un playstation y un reloj”, presume ruborizado.

Luego, precisa que con todo y su fama es un ser humano como cualquier otro. “Todos vamos al súper, a desayunar al mercado, al restaurante, a donde sea, yo creo que somos personas común y corrientes, hacemos lo mismo que cualquier persona”, indica. “Yo creo que así como nos ven en la tele, que sepan que somos seres humanos y vivimos como tales”.

Eso sí, es un hombre hogareño, que le gusta hacer labores en su hogar: “También me ponen a lavar los trastes, trapear, barrer. Sí me gusta la cocina, pero no sé guisar”.

Su esposa, Daniela, no lo deja mentir: “En todos los guisos mete mano, le mueve, le quita. En todo”, dice ella. “También a él le tocan sus chiles toreaditos. Yo creo que hace de todo, como todas las personas, pero en su trabajo es bien responsable y esa es la diferencia”, remata orgullosa.