POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Se llevó a cabo la entrega de premios a lo mejor de la Feria de Manizales y en ellos destacó el toro Malicioso que lidió el diestro José Garrido, propiedad de Santa Bárbara. Dicho astado fue designado por el jurado como el mejor ejemplar del serial, por su encastada bravura; lamentablemente y para no desentonar en la estupidez que algunos jueces gustan evidenciar, dicho palco de Manizales negó el indulto que el público pidió de manera unánime, echando por la borda una tarde que pudo hacer brillar más la Fiesta Brava. Pero además, este individuo no sólo ya había metió la dos “patas”, sino que tras finiquitar su clamorosa faena el matador Garrido, la mentada autoridad se opuso a otorgar las dos orejas que de igual modo exigió el que paga el boleto y sostiene el espectáculo.

Lo que es un hecho, es que la presentación de Garrido será difícil de olvidar y las 15 mil almas que abarrotaron el recinto taurino se llevaron lo mejor de este grandioso torero artista. Pero quedará el “pero”: ¿qué hubiera pasado si el juez otorga el indulto?

No se puede ir en contra de miles de aficionados unificados por el toreo de un diestro como Garrido.

ARMAS TOMAR

Lo sucedido en Manizales coincidió con la sentencia a favor que ganó la señora Mari Carmen Medina Carrillo, aficionada taurina, en contra del juez de plaza Gilberto Ruiz Torres por haber negado la primera oreja al matador Julián López (triunfador de la mejor faena tras la finalizada feria de Manizales), cuando el reglamento taurino marca que el primer trofeo lo concede el público si es de manera unánime. Este hecho se registró el pasado 24 de enero en la Plaza México, en la 15 corrida de la Temporada Grande, tras lidiar a Malagueño, del hierro de Montecristo.

Como se apuntó, Gilberto Ruíz Torres contravino el artículo 72 fracción I del Reglamento Taurino para la Ciudad de México: la concesión de la primera oreja atañe al público y no propiamente al juez.

Omar Pérez, abogado de la señora Mari Carmen, indicó que el juez jamás atendió ninguna de las notificaciones que le fueron enviadas. Sin embargo, la sentencia a favor deja ver claramente la falta de conocimiento del reglamento por parte de un juez. De otro modo, al igual que en Manizales, el protagonismo de las personas que supuestamente velan por los intereses del público, puede más que la claridad basada en las normas establecidas.

Cabe destacar que Gilberto Ruiz Torres no ha presidido ningún festejo en esta Temporada Grande, ni temporada de novilladas, lo cual nos hace pensar que la Comisión Taurina, órgano encargado de poner a los jueces que representan al jefe de Gobierno en la Plaza México, Miguel Ángel Mancera tomó cartas en el asunto.

EVIDENCIADOS

Los casos de Julián y Garrido son como muchos que se cuecen en distintas partes del mundo y se podría decir: una oreja más, un indulto menos, qué más da. Pero no, la cosa no es así. La fiesta brava está regulada y los jueces deben apegarse a un reglamento.

En lo relacionado con “El Juli” hubo una aficionada que llevó el caso a los despachos legales y tuvo la razón, mostrando el desconocimiento total en un palco que dirige a la segunda plaza más importante del mundo. Mientras que lo sucedido con Garrido fue un descaro que evidenció mundialmente a la plaza de Manizales, dejando ver la poca seriedad que cuenta en su biombo de jueces. Mundialmente por que la faena de José Garrido trascendió fronteras y en esa medida la estupidez del juez fue doble.