Muchas veces se ha dicho que hay jugadores que les sienta bien una playera. En la historia de Pablo Barrera, las múltiples remeras que ha vestido lo caracterizaron por su irregularidad. Solamente una lo ha llevado a un nivel superior, incluso de Selección Mexicana.

La playera azul y oro lo guió hasta Europa en su primera oportunidad e incluso lo confirmó como uno de los mejores con el único título de Liga que tiene en su carrera.

Pablo sufrió dos lesiones muy fuertes. Sus rodillas parecieron no dar mucho más, aunque fue Pumas el que confió en él para volver, algo que en ningún momento esperó y no tardó en decir que sí.

“Siempre he dicho que Pumas es mi casa. La oportunidad de venir se abrió y nunca dudé en regresar. Aquí me siento querido y valorado, es un lugar incomparable para mí”, reconoció el mediocampista.

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Pablito salió del Pedregal rumbo al West Ham United, después al Real Zaragoza y de ahí dio el salto al Cruz Azul, rival de los felinos este fin de semana. “Siempre estoy agradecido con todos los equipos que me abrieron las puertas, pero Pumas es mi casa”, dijo sincero.

Orgulloso, posó para la lente de ESTO. “Hecho en CU” es la frase que presumió previo al enfrentamiento ante La Máquina. El reto está enfrente, La Máquina debutó con triunfo y ellos con derrota, por lo que ante su gente no podrán fallar.

Monterrey fue su siguiente parada. Lleno de lesiones, el 8 prefirió dejar de lado las lastimaduras y enfocarse en su actual momento. “Son cosas que ya dejé en el pasado. No me gusta hablar mucho de ello, porque fueron momentos difíciles, prefiero enfocarme en lo que es el día, mantener mi puesto y que Paco sepa que daré todo por esta institución, eso es en lo que ahora me centro”, compartió.

Barrera se detuvo junto con otro canterano como Josecarlos Van Rankin. Compañeros de banda, ambos se conjugarán para atacar y defender. Los dos son grandes amigos dentro y fuera de la cancha.