POR GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ

Quiere seguir volando a través de los aparatos de la gimnasia artística.

Apapacharse con la música que la hace brillar y emocionarse en cada competencia.

Porque Elsa García nació para ser admirada por su talento y su gracia. Por eso desde los tres años se dedicó a esta disciplina de la que quedó prendida para después ir atrapando sueños.

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“Sentiré mucha nostalgia el día que diga adiós a la gimnasia. Esto ha sido mi vida desde niña. No me imagino fuera de las competencias y eventos, que cuanto más pasa el tiempo más valoro todo lo que aprendí y sigo disfrutando”.

Elsa se hará un chequeo médico en todo su cuerpo, para posteriormente preparar el trabajo con su entrenador Antonio Barraza, hacia lo que vendrá en este año como el Mundial.

“Primero debo ver por mi salud. No tengo nervios por lo que puedan decirme los médicos. Sé que mi cuerpo está maltratado por las lesiones, pero deseo otro ciclo olímpico. Será difícil, pero por eso saboreo más cada entrenamientos”.

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Reconocida por la Federación Internacional como de las más elegantes al ejecutar sus rutinas, busca continuar en el deporte.

“Es una felicidad el haber formado parte de esta disciplina y ser reconocida, pero siempre he aspirado a más. Esa inquietud que tengo desde los tres años está vigente, con la ilusión de seguir obteniendo buenas calificaciones”.

Inspiradora de nuevos talentos, García Rodríguez no piensa en el futuro, sino en que cada día debe levantarse para ejercitar su cuerpo.

“Siempre poniendo la vara más alta por el país. Trabajo por metas, unas se logran, otras no, pero lo mejor es que la gente vea que nunca me rendí, que soporté mucho trabajo para estar entre las grandes. Y así quiero hacer historia para que me recuerden como la mujer que nunca se venció ante las lesiones u otras circunstancias”.

Elsa siempre ha estado con su familia.

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“Mi mamá desde niña me llevó a varios deportes por lo inquieta que soy, desde ballet, hasta voleibol y basquetbol. Pero me atrapó la gimnasia. Desde entonces lo más difícil fue ponerme retos. Ahora sé que todo valió la pena, porque muchas niñas me siguen y desean ser como yo”.

Así, la regiomontana buscará completar este nuevo ciclo olímpico.

“Porque no quiero alejarme de lo que es mi vida. Claro que ahora será respetando más mi cuerpo. Viene el Mundial en octubre y espero estar. Dependiendo de cómo llegue y cómo esté mi cuerpo, es que veré si sigo o me retiro”.