Lo dice el mismo Marco Antonio Barrera. Aquella enconada rivalidad que libró contra Érik “Terrible” Morales y que llegó a alcanzar tintes de odio, dio origen a una de las más grandes trilogías del pugilismo universal.

En los anales de la disciplina de los puñetazos quedará marcado que Barrera, quien entrará al Salón de la Fama de Canastota en junio próximo, se llevó dos de esos combates -todos terminaron por puntos, en decisiones muy cerradas-, dentro de un ambiente de enemistad total entre los protagonistas y sus equipos.

Para acabar pronto, “no podían verse” uno al otro. Llegó a tal grado que Marco Antonio le soltó un golpe a Érik en una conferencia de prensa.

El “Barreta” respondió a ESTO sobre su reciente “reconciliación” con quien sostuviera el más acendrado antagonismo.

-Marco, ¿Érik y tú son amigos realmente o es solo para que la gente vea que son deportistas y que fuera del ring es otra cosa?

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“Fíjate que mucha gente piensa eso. Julio César Chávez fue el culpable, nos invitó a una fiesta, nos paró, nos regañó a los dos y pues, a partir de ahí… no a partir de ahí, ya que nos vimos en varias ocasiones más. En el último viaje que tuve a Tijuana, estuvimos en contacto, (Érik) nos dio un tour por todos los restaurantes. Nos llevamos de la mejor forma con las esposas y de repente nos escribimos en Navidad, el día de su cumpleaños.

“Llevamos una muy buena amistad. Nunca pensé en llevar una amistad así con él. Es un extraordinario ser humano y es lo que dices, ¿qué hubiera sido si (antes) hubiéramos llevado esta amistad?, creo que no se hubiera hecho nuestra trilogía. Mejor, qué bueno que fue en su momento, y ya retirados los dos somos extraordinarios amigos”.

–¿Sin ese coraje no hubieran dado esas grandes peleas?

“Yo creo que no, si no hubiera ese pique. Pues lo hubo, somos amigos y la fiesta ya la llevamos muy tranquila”.