Don Marcelino Espinoza Espinoza, papá de la triple medallista olímpica y ganadora de tres Premios Nacionales de Deportes María del Rosario convenció a su hija para que continuará este ciclo hasta llegar a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“Yo la veo muy fuerte, muy segura de sí misma todavía; con esa garra, esa disciplina”, por lo que ante la duda, la hizo cambiar de parecer y desde ahora la ubica en Tokio, en la pelea por la cuarta medalla olímpica.

Una decisión que tomaron ambos mientras se adentraban al mar, preparaban los anzuelos y las cañas, una pasión que tiene la hija del pescador que vive en La Brecha, Sinaloa, muy cerca de Guasave.

Así como cuando era niña, la máxima exponente del deporte mexicano por sus resultados internacionales, comentó que a ella le gusta mucho el mar, cuando los visita “le gusta mucho ir tirar el anzuelo y pesca botete, roncacho, curvina o sábalo”.

Le preguntamos si estaba orgulloso de su hija, y respondió que esa palabra era chiquita por lo que siente, de hecho subrayó que estaba orgullosísimo.

Camino a la salida de la residencia oficial de los Pinos, María sostiene a su mamá, mientras la representante de la Secretaria de la Defensa Nacional, perfectamente uniformada, sobre el mensaje del presidente Enrique Peña, respondió.

“El mensaje de Ismael lo reforzó el presidente, el hecho de que el deporte ha sido algo muy sano, muy noble también y la motivación que representamos para la juventud va a ayudar a hacer un mejor México”.

Desde el miércoles pasado regresó a los entrenamientos, a recuperar la forma deportiva y sobre todo adecuarse al nuevo reglamento que este año se va a aplicar, ir paso a paso, “no hay que especular nada, vamos a ver como se dan estos cambios”.

María vive una experiencia histórica con la compañía de sus papás los últimos 12 años, en cada entrega del máximo reconocimiento que hace el gobierno a sus deportistas, en el 2008, 2012 y ahora 2016.