ORLANDO, Florida.- Mientras la NFL juega su primer Pro Bowl en Orlando, preguntándose si puede ser sede a largo plazo para el asediado Juego de Estrellas, Drew Brees no puede dejar de pensar en lo que quedó atrás.

El mariscal de campo de los Santos de Nueva Orleans entiende la decisión de la NFL de mover el favorable encuentro de Hawái a Orlando de un punto de vista del negocio. Sin embargo, el diez veces Pro Bowler siente que se ha perdido identidad para el evento.

“Es difícil que no esté allí, porque teníamos una gran base de aficionados”, dijo Brees. “Sé que los aficionados lo apreciaron, vivieron para eso, no tienen un equipo de la NFL y hay un montón de seguidores”.

El Juego de Estrellas ha perdido el interés y la intriga a lo largo de los años, la liga tomó la decisión de subastar el Pro Bowl. Orlando terminó ganando, aceptando un contrato de dos años para acoger el concurso en el Camping World Stadium, con una opción para un tercero.

Los jugadores señalaron que Orlando es bonito, pero no es Hawai.

Esta será la tercera vez desde 1979 que el Pro Bowl se dispute fuera de Honolulu.

“Siempre es una semana divertida, no importa dónde esté, pero los chicos en su conjunto sin duda prefieren a Hawái”, dijo el tackle izquierdo de los Cafés, Joe Thomas, quien participará por décima vez consecutiva en el evento. “Orlando ha sido un gran anfitrión hasta ahora”.

Si todo va bien, Orlando y su estadio de 75,000 asientos tienen esperanzas de ser el hogar permanente del Pro Bowl. La ciudad cree que tiene todo para ofrecer lo que Honolulu tiene, y entonces algunos como uno de los destinos turísticos más populares del mundo.

Hay esperanza de que al mover el juego fuera de la asistencia de Hawai y el interés en el Pro Bowl aumentará.

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