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Mira

26, enero 2017 - 21:55

┃ Luis García Olivo

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Sin jugadores mexicanos ni colombianos, Juan Carlos Osorio tomó plumón y pizarrón para dibujar lo que para él es el mejor once ideal de la historia del futbol.

El entrenador cafetalero acudió a su memoria. Recordó lo mejor que ha visto a través de los años, se fue varias décadas atrás, pensó, dudó, escribió y borró una y otra vez.

No quería equivocarse, remembró datos de sus propios amigos de la juventud, descubrió libros que no se acordaba ya haber leído y hasta rememoraba documentales.

Con la vista perdida al horizonte, repasó Mundial por Mundial, era injusto “dejar a alguien fuera”, dijo, pero recapacitaba y volvía a pintar.

La mirada y gestos lo hacían titubear, supo que no podía poner a un mexicano y colombiano, el sol también lo mermó.

Dejó en el olvido al actual balón de oro, Cristiano Ronaldo y todos estuvieron atentos ante la dinámica del Twitter del Tricolor: @MiSelecciónmx.

Tomó el plumón y dibujó línea de cuatro en la parte baja. Después apuntó un contención y dos volantes laterales. Ya al ataque postró a tres delanteros. La decisión le era difícil, pero a su juicio, el único mexicano que podía estar en ese once era Rafael Márquez.

En la meta puso al portero danés, Peter Schmeichel.

La defensa la integró con Cafú, Franco Baresi o Franz Beckenbauer, Paolo Maldini y Roberto Carlos.

En la contención colocó dos opciones: Andrea Pirlo y Josep Guardiola. Abiertos: Johann Cruyff y Maradona.

Ya en la delantera anotó a Lionel Messi, Pelé y a Mario Sergio, elemento que vio desde su niñez.

El once quedó en el pizarrón, en la lente y en el asombro de los asistentes, pero al que replanteó en caso de meterlo al tema de rotaciones.