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Mira

2, octubre 2014 - 17:59

┃ María Vega

nota-toros-mendoza

A su llegada a México el miércoles por la noche, el novillero Antonio Mendoza y su representante Jacobo Hernández recibieron la noticia, procedente de España, que los jueces declararon que la mejor faena de la feria de Moralzarzal, fue la del mexicano a pesar de que no cortó apéndice alguna, mientras que sus alternantes cortaron dos apéndices y salieron a hombros.
Mendoza dijo que se siente doblemente contento con esa designación. Primero el premio y luego porque fue en su debut en España, lo que lo alienta para seguir avanzando en su carrera. Pero a la vez se lamento de no haber matado a sus novillos y eso le resta brillantez a su desempeño.
Sin embargo la faena la abre las puertas para regresar a España el año entrante y hacer una campaña. Antonio regresará este fin de año a la península para hacer campo, pues es el tiempo de las tientas.
Antonio Mendoza no pierde el tiempo y luego de que llegó el miércoles por la noche, ayer por la tarde ya estaba en el ruedo de la plaza México entrenando de salón con miras a su participación el domingo en la novillada de triunfadores y quiero estar en optimas condiciones. Lo de Moralzarzal ya es agua pasada como dicen los gitanos y ahora hay ser el triunfador de los triunfadores.
En el breve viaje que hizo a España Antonio Mendoza se nutrió de experiencia por la diferencias que hay en la fiesta española en relación con la mexicana.
Señaló que hay un respeto absoluto entre los toreros, novilleros, matadores y subalternos; hay mucho profesionalismo y el ganado es más violento en las embestidas, así por el volumen de los novillos y toros. La seriedad del gando se le ve por todos lados e infunde respeto.
Pr3eviamente a su presentación en Moralzarzal estuvo en la finca que del matador Domingo López Chávez tiene en Salamanca, donde toreo vaquillas y lidio y mató un astado, en la ganadería de Perera.
El novillero revelo que la mejor faena fue la que le hizo al novillo Número 55, Pelotito, con cerca de media tonelada, de la ganadería de Valdefresno.
“Tuvo nobleza y embistió –dijo Antonio- y le hice la faena. Desafortunadamente no la redondee con la espada y es lo que me duele. Mi primer novillo fue complicado y ahí estuve tratando de sacarle los muletazos y la gente me respondió”. (HSC).