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Mira

31, enero 2017 - 23:01

┃ Gildardo Figueroa

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POR GILDARDO FIGUEROA
ENVIADO

HOUSTON.- La preparación de más de un año, constantes viajes a esta ciudad y coordinar a un grupo de trabajo muy grande es la responsabilidad cada febrero para Eric Finkelstein, director de eventos de la NFL.

“Mi responsabilidad es que todo fluya sin contratiempos el domingo y estar preparado para cualquier eventualidad”, señala Finkelstein. “Como puedes ver, el NRG Stadium está listo y la ciudad (Houston) ha respondido de maravilla para el Super Bowl LI”.

La labor es titánica. Organizar un evento de la talla del Súper Tazón puede ser comparado a un Mundial de Futbol o a unos Juegos Olímpicos. Se requiere de mucha preparación y una gran coordinación.

“Son 16 mil personas con credencial para que todo salga bien exclusivamente el domingo”, respondió Finkelstein, “y es un proceso que tarda en prepararse un par de años y estamos trabajando muy fuerte desde enero del año pasado”.

Concretamente para el Super Bowl LI, la tarea es exhaustiva, pero hay que responder de inmediato una vez que se conocen los contendientes del partido, en este caso los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Halcones de Atlanta.

“Es un trabajo muy intenso, tener todos los logos personalizados de los equipos que llegaron lleva mucho tiempo, incluso no pudimos producirlos hasta que supimos quiénes eran los protagonistas la noche de los Juegos de Campeonato hace semana y media”, enfatizó Finkelstein mientras era entrevistado por ESTO en el campo del NRG Stadium.

“Desde que se conocen los candidatos para ser sede de un Super Bowl (cuatro o cinco años antes) comenzamos a viajar, hablar con el Comité Organizador, analizar cada punto, y una vez que se conoce la ciudad, son viajes muy frecuentes a dicha ciudad para dejar todo listo”, detalló sobre sus responsabilidades.

Obviamente, el área internacional tiene un especial interés para la NFL. Los estándares de calidad deben mantenerse y después del éxito del encuentro de noviembre pasado entre los Texanos de Houston y los Raiders de Oakland en el Estadio Azteca, el compromiso se duplica para este segundo año de tres que se tienen juegos pactados en territorio nacional.

“No sé si estaré personalmente en México para los próximos partidos, pero sin duda que superviso toda esa labor”, finalizó Finkelstein.