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1, febrero 2017 - 12:29

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Houston, EUA .- El entrenador en jefe de Patriotas de Nueva Inglaterra, Bill Belichick, es uno de los estrategas más exitosos de la NFL, sin embargo, en una carrera de casi 40 años también ha generado algunas de las mayores polémicas en la historia de la Liga.

El head coach nativo de Nashville, Tennessee, es considerado uno de los mejores de todos los tiempos con récord de por vida de 261 ganados por 125 perdidos, 237-115 en temporada regular y, hasta esta semana, 24-10 en postemporada.

William Stephen “Bill” Belichick, hoy de 64 años de edad, inició su carrera como entrenador en 1975, cuando consiguió un puesto como asistente en el staff de coacheo de Potros de Baltimore, que entonces era dirigido por el legendario Ted Marchibroda.

Al año siguiente dejó las filas de los “equinos” para enrolarse con Leones de Detroit como asistente de equipos especiales y luego como entrenador de receptores y alas cerradas, puestos que mantuvo por dos temporadas antes de firmar con Broncos de Denver, en 1978, como asistente en los equipos especiales y en la defensiva.

Su primer trabajo de larga duración en la NFL fue con Gigantes de Nueva York, al que llegó en 1979 como asistente defensivo y de equipos especiales, y luego se convirtió en coordinador defensivo, en 1990, a la llegada del entrenador en jefe Bills Parcells.

Bajo el ala de Parcells, Belichick probó por primera vez las mieles del éxito al conquistar un par de supertazones, el número XXI en la temporada 1986, con un 39-20 sobre Broncos de Denver, y el XXV (1990), al imponerse por 20-19 a Bills de Buffalo, en uno de los juegos más dramáticos de la historia.

Después de su exitoso paso por Nueva York, Belichick recibió su primera oportunidad como responsable absoluto de un equipo, cuando Cafés de Cleveland le ofreció el puesto de entrenador en jefe en 1991, en el cual permaneció hasta 1995, en un paso con más pena que gloria.

La decisión del dueño de Cafés, Art Modell, de mover el equipo a Baltimore, fue el fin de su relación con Belichick, pues aunque en principio el empresario le había asegurado que conservaría el puesto pese a la mudanza, de última hora decidió cortarlo.

En 1996, la exitosa dupla Parcells-Belichick volvió a reunirse, esta vez en las filas de Patriotas, de nueva cuenta con “The Big Tuna” en el timón y con Belichick como su coordinador defensivo, equipo que se mantuvo intacto cuando pasaron a Jets de Nueva York, en 1997.

Y aquí fue cuando Belichick estuvo por primera vez en el ojo del huracán, pues cuando Parcells decidió dejar a Jets tras la campaña 1999, abogó para que su pupilo ocupara su lugar al timón de los neoyorquinos; no obstante, este último tenía planes muy diferentes.

Durante su presentación como head coach de los de verde y blanco, Belichick, en lugar de aceptar el puesto, anunció que había llegado a un acuerdo con Patriotas y presentó su renuncia con Jets, apenas un día después de que el equipo informara, con bombo y platillo, su contratación.

Así, aunque Nueva Inglaterra tuvo que ceder su primera selección colegial del Draft del año 2000 como compensación por “robarse” a Belichick, a cambio ganó a un entrenador que los llevaría a disputar siete supertazones, de los cuales ha ganado cuatro.

Apenas un año después de su llegada a los “Pats”, Belichick impregnó al equipo con su aura ganadora y lo llevó al primero de sus seis Super Bowls, el cual ganaron, contra todos los pronósticos, por cerrado 20-17 a Carneros de San Luis.

El Súper Tazón XXXVI marcó, también, el surgimiento de uno de los grandes mariscales de campo de todos los tiempos en la figura de Tom Brady, y el inicio de una de las combinaciones head coach-quarterback más exitosas en la historia.

Con Brady en los controles, Belichick ha llegado otras cinco veces al “Juego Grande” de la NFL, dos de ellas sonoros triunfos espalda con espalda, 32-29 sobre Panteras de Carolina en la edición XXXVIII y por 24-21 ante Águilas de Filadelfia en la XXXIX.

No obstante, estos triunfos se dieron a cambio de dos derrotas en sus siguientes apariciones en el “Súper Domingo”, ambas ante Gigantes de Nueva York, la primera de ellas por 14-17 en la edición XLII, derrota doblemente amarga porque los “Pats” venían de lograr la segunda temporada perfecta de la historia.

En la campaña 2007, el tandem Belichick-Brady marcó otro de los grandes hitos de la NFL, al salir invictos de la temporada regular, con registro de 16-0, para emular el 14-0 que consiguió Delfines de Miami en 1972.

Además de la derrota en el Súper Tazón, este logro también estará por siempre manchado por uno de los grandes escándalos en la historia reciente de la Liga: el conocido como “Spygate”, en el que los “Pats” fueron castigados por videograbar las señales del coordinador defensivo de Jets de Nueva York.

Luego de demostrarse su responsabilidad, la NFL multó al equipo con 250 mil dólares y al entrenador con 500 mil, aunque el escándalo generó múltiples reacciones, la más grave la del Congreso de los Estados Unidos, que incluso llamó al comisionado de la Liga, Roger Goodell, para cuestionarlo sobre la respuesta del organismo.

Cuatro años después, Belichick y los suyos tendrían una nueva oportunidad ante Gigantes, en el Súper Bowl XLVI, no obstante, de nueva cuenta se quedaron cortos, al caer por marcador de 21-17, para dejar en 3-2 su foja en el “Juego Grande”.

Su camino al Súper Tazón XLIX, en el que dispuso de Halcones Marinos de Seattle por marcador de 28-24, de nueva cuenta estuvo marcado por la polémica, luego que a unas semanas del “súper domingo” estalló el llamado “deflategate”, escándalo ha perseguido al equipo y a Brady hasta la temporada 2016.

La muy publicitada investigación derivada de la revelación de que los balones usados por Potros de Indianápolis en el juego de campeonato de la campaña 2014 fueron desinflados por dos empleados de vestidor de los “Pats” no trajo consecuencias para el estratega, pero dejó otra mancha en su carrera.

Ahora, el experimentado entrenador en jefe se encuentra otra vez a una sola victoria de volver a alzar el trofeo Vince Lombardi, cuando enfrente el domingo 5 de febrero a Halcones de Atlanta en el Súper Tazón LI, a disputarse en el NRG Stadium de Houston, Texas.

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