GILDARDO FIGUEROA y ANDRÉS ORNELAS/Enviados Especiales

HOUSTON, Texas, 5 de febrero de 2017.- El techo retráctil de NRG Stadium comenzó a abrirse lo suficiente y “God Bless America” se escuchó de la bella melodiosa voz de Lady Gaga para seguir con uno de los Super Bowls más patrióticos que se hayan visto, quizá desde la edición XXXVI que fue el primero que ganaron los Patriotas y el primero después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

De inmediato se lanzó al vacío justo a medio campo para dar comienzo a los 12 minutos de mayor rating en su carrera.

En la letra de su canción más exitosa, “Poker Face”, dice del juego de poquer Texas play, y cuando dijo “Texas” detuvo su canto, y el estadio tuvo una erupción emocional.

Posteriormente hizo bailes con “Just Dance”, “Born this way”, tocó el piano con “Telephone” y culminó con otro de sus mayores éxitos, “Bad Romance”, antes de que desapareciera del escenario al saltar de una plataforma de unos cinco metros.

Gaga dejó todo en el escenario e impactó a los fans con su espectáculo, y en este caso no necesito de artistas invitados para que su número destacara, dejándonos una satisfacción y deleite completo en nuestros oídos, ojos y memoria.

La producción no decepciono, y la vimos volar por los aires, contar con un foro con fuego, coreagrafías, accesorios y energía que nos mostró la afamada interprete, además de diferentes vestuarios y una serie de pirotecnia que sorprendió a la mayoría justo al final.

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