GUADALAJARA.- Las emociones estuvieron a flor de pie en Verde Valle, tanto que el técnico interino de Chivas, Ramón Morales, rompió en llanto luego de dirigir su primer entrenamiento al frente del equipo de sus amores, Chivas, pues es algo que siempre soñó: “Soy muy sentimental, le tengo un gran cariño a este equipo, es una gran oportunidad, nada más, quizá es para mí, pero también todos los entrenadores que estamos en fuerzas básicas tenemos siempre sueños e ilusiones de poder algún día estar arriba”, expresó luego de limpiarse las lágrimas.

Ramoncito dirigirá el clásico tapatío, uno de los duelos que más espera la afición de Guadalajara, por lo que se mostró mesurado y por consecuencia no se comprometió a obtener una victoria pero sí aseguró que su equipo dejará lágrimas, sudor y sangre dentro de la cancha del Omnilife: “No sé si vamos a ganar con el corazón, pero el corazón se tiene que dar por hecho, por el orgullo, prestigio, dignidad, por todo, tenemos que buscar ese partido y por supuesto vamos a buscar ayudarles para que puedan desarrollar un buen futbol, ojalá que sea un complemento perfecto y que podamos salir al final satisfechos, y ¿por qué no?, hay que ganar con eso también”, concluyó el interino rojiblanco, quien en esta aventura estará acompañado por Alejandro Gorgonio y Rodolfo Jáuregui.