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Mira

11, febrero 2017 - 14:15

┃ Notimex

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Pese a las satisfacciones logradas por su labor como presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán ha tenido que sacrificar muchas cosas personales y familiares, lo que confía en cambiar.Aunque el cargo que ocupa y en el que cumple tres años este sábado lo ve como un “hobbie”, así como una pasión, una manera de dar servicio y seguir con el legado de su papá José Sulaimán; los continuos viajes y la intensa carga laboral han “golpeado” su vida.

En entrevista con Notimex, aseguró que hará lo posible por evitarlo y cambiarlo. “Es demandante, pero trae grandes satisfacciones, servir a los demás crea pasión, físicamente tiene sus problemas, dejé el ejercicio y sobre todo he abandonado mucho a mi esposa e hijos por viajar y jornadas largas de trabajo”.

Cuando Sulaimán Saldívar era niño sufrió en muchas ocasiones la ausencia de “Don José”, titular del CMB por más de 38 años y quien viajó mucho, pero el deporte de los puños fue el pretexto perfecto para unirlo a su padre, incluso para ser el consentido.

“(Su ausencia) fue un proceso complicado y eso me llevó a mí a estar cerca de mi papá, cuando crecí él estaba de viaje constantemente y de ahí nació esa cercanía con él, de alguna manera creo que me agarró como el consentido, siento que eso me acercó a él”, confesó.

De sus constantes asistencias a peleas de box, gimnasios, entrenamientos y programas de televisión al acompañar a su padre nació en Mauricio su pasión por el deporte de los puños, y poco a poco se involucró en actividades del organismo.

“Quizá ahí se dio esa cercanía, después le empecé a ayudar a cosas mínimas, cartas, atender personas, ir al aeropuerto, hacer diversas actividad para quitarle algo de trabajo a él, sin darme cuenta estaba de lleno, pegado en toda su actividad del día a día”, apuntó.

Ahora, del otro lado de la moneda, es él quien está fuera de casa constantemente, pero agradece el apoyo y compresión de su esposa Christiane, “un apoyo verdaderamente incondicional” y de sus tres hijos, es algo que quiere cambiar.

“Mis hijos están chicos, estudiando, les gusta el boxeo, el chiquito entrena… me siento distante, fue un año complicado, me siento distante a mis hijos y mi esposa, eso me preocupa y lo voy a atender. Debo poner más atención a mi vida personal y familiar y balancearlo con el trabajo”, comentó.

A poco más de tres años de la muerte de “Don José” y justamente tres años desde que asumió la presidencia del organismo, Mauricio extraña el liderazgo que su padre tenía en el organismo, aunque está rodeado de gente capaz y todo marcha por buen camino.

“Estar sin mi papá es un peso muy difícil porque no tengo esa línea, esa visión y supervisión a la hora de ejecutar, es un momento de soledad donde no sabes si vas por buen camino o si estás tomando las decisiones correctas, afortunadamente tengo un grupo de asesores muy sólido”, indicó.

Aunque en cada viaje hay nuevos planes, ideas y más trabajo, en una labor compleja, demandante “pero altamente gratificante”, Sulaimán Saldívar, fiel seguidor de los Vaqueros de Dallas, de la música de Pink Floyd y de tocar la batería, sabe que debe entregarse al 100 por ciento.

“Tenemos que entender que el CMB es el organismo número uno del mundo en el boxeo, somos el referente, el sueño de millones de niños que quieren el verde y oro, nuestro estándar de calidad debe ser al máximo, debemos tener un organismo unido e incansable y hay que estar al 100”, concluyó.