Fue invitada a la entrega del Premio a lo más Destacado del Deporte en el Instituto Politécnico Nacional.

Su carisma, sencillez y amabilidad, hicieron que la tres veces medallista olímpica en taekwondo, María del Rosario Espinoza, fuera el centro de atención de las nuevas generaciones, además de entrenadores que aplaudieron y agradecieron tan agradable visita.

Lo sorprendente es que a pesar de que siempre es invitada ante grandes personalidades de la política, cultura y sociedad, así como el haber sido cuatro veces ganadora del Premio Nacional del Deporte, ella sigue tan humilde como la primera vez que a sus cinco años de edad se puso un Dobok para comenzar a iniciar esta practica deportiva.

María platicó con los jóvenes, los instó a seguir en la activación y los estudios. Pero ellos solo querían estar a su lado, tomarse selfies y sí, soñar que un día llegarán a ser deportista elite y poner en alto la bandera de México.

Asimismo, Chayito habló sobre las nuevas modalidades en el taekwondo.

“El nuevo reglamento señala que algunas patadas valen más. Por ejemplo, las circulares antes eran de un punto y ahora valen dos. Tanto para el peto y las patadas a la cara y los giros siguen igual; el puño se queda con un punto. Las amonestaciones que antes se daban de medio punto, valdrán un punto director a favor de la rival, y se sube a diez en gancho”.

También agregó que el ring se ha reducido un poco.

“Pero no existe mayor problema porque es casi lo mismo. Solo que será más rápido y tendrás poco tiempo para preparar un ataque. Ya se está trabajando en ello. Incluso en los pasados Juegos Olímpicos de Río se hizo ya algo parecido”.

Por otro lado, agregó que está en puerta un campamento en Corea a finales de este mes y principios de marzo, y no sabe si estará en campeonato Mundial.

“No lo descarto por completo. Necesito competir para seguir el nuevo reglamento. Este año no tenía planeado una competencia tan fuerte como el Mundial, pero ahora que he regresado tengo dudas, por lo que es algo que todavía no he decidido”.

Sobre si espera llegar a los Juegos de Tokio 2020, platicó:

“Voy poco a poco. Estoy viendo cómo me reacciona el cuerpo, al igual de cómo iré sintiendo las cargas de entrenamiento, ya que en cuatro años de un ciclo olímpico todo puede cambiar. Pero en sí, no llevo prisa. El objetivo es seguir manteniéndome”.

Mientras tanto, señala que está feliz de que pronto tendrá su escuela de taekwondo para que niños y jóvenes lo practiquen.