POR MIGUEL GARCÍA 

FOTOS: ALEJANDRO VILLA 

El conjunto de Cruz Azul tiene una difícil semana, este miércoles buscaran seguir con vida en el torneo de la Copa Mx al recibir en el estadio Azul al líder. El sábado visitan al América en la cancha del Azteca. Ante esta situación los jugadores y cuerpo técnico trabajan con esmero en pro de conseguir la victoria y así cortar la racha de nueve juegos sin conocer la victoria.

Como ya es una costumbre desde la llegada de “Paco” Jémez, los entrenamientos han variado en los horarios, algunos días son por la mañana y otros por la tarde en las instalaciones de La Noria, algo inusual en el futbol mexicano, pero que al menos en ese tenor ha marcado la diferencia con el resto de los equipos.

Antes de arrancar con la práctica, el cuerpo técnico tuvo una charla con todo el plantel, posteriormente saltaron a la cancha principal para comenzar los ejercicios.

El ambiente se percibía con tranquilidad, como si no pasara algo extraño y no tuvieran presión alguna, los jugadores tomaron los balones que estaban en el campo y comenzaron a “dominarlos”, pocos minutos después a modo de calentamiento, dieron una vuelta a la cancha con un trote ligero.

Fue entonces que Jémez tocó su ocarina y de inmediato todos acudieron al llamado. El español ordenó que los porteros se separaran del plantel para ir a realizar sus ejercicios. Mientras que el resto de la plantilla se dirigió a la portería norte.

“Paco” empezó a dar las indicaciones del ejercicio que estaban a punto de hacer. Los apuntes fueron claros. Conducir el balón sobre unos conos que estaba puestos a lado de cada poste, al terminar con el último debía pasar el balón a otro compañero y este mismo tenía que dar el servicio a otro jugador que esperaba en los linderos del área y disparar con dirección al arco.

Todos escucharon con atención al técnico.

De esa forma comenzaron a realizar la petición de su líder, fueron alrededor de veinte tiros los que tenían que a completar ambos grupos.

Los arqueros por su parte realizaron ejercicios de control de balón y también se recostaban para atrapar el esférico. Luego de 15 minutos de haber iniciado, todos se dirigieron a la cancha central. Ahí se dividieron en dos grupos y comenzaron a jugar el famoso “torito”.

De esta forma es como el cuadro de Cruz Azul cerró su preparación para enfrentar al Querétaro dentro del torneo copero, y de inmediato continuaran alistándose de cara al Clásico Joven frente al América.