POR DANIEL CHANONA
CORRESPONSAL

MADRID, España.- Cumplió un mes con el Real Madrid, y está feliz. No cabe duda. Javier Hernández se concentrará para recibir al Bilbao, pero seguirá jugando en liga el papel de revulsivo.

El viernes se entrenó por separado; nada grave, regeneración pura tras alinear frente al Ludogorets de Bulgaria en Chiampions.

Este sábado se reintegró al grupo. Se dio tiempo para bromear y sonreír con Nacho, Isco, Toni Kroos y Carvajal en el calentamiento. Las canchas de Valdebebas lo huelen con ansias de arrancar frente al Athletic. Más de un medio impreso destacó su participación del miércoles en la liga de campeones, pese a enfatizar el gol que erró por obra del destino.

Se distinguió del resto de sus compañeros en el ensayo matutino por calzar tachones color naranja y una sudadera blanca, aun cayendo el sol a plomo en la capital española. Pronto se deshizo de ella, ante la mirada próxima de Ancelotti, que analiza con cautela a sus dirigidos. Tras dos días ejercitándose a puerta cerrada, el Real Madrid optó por abrirlas 15 minutos a la prensa.

Casillas y Navas, con el resto de los cancerberos blancos de cantera, se esmeraron junto al marco. Cristiano Ronaldo, Pepe, Marcelo, James y compañía se codearon en rondo (torito, en México). A la par, elementos con perfil diferenciado intercambiaron toques propios del asombro.

De inmediato sonó la ocarina del cuerpo técnico, que indicó el pique a velocidad al sector contrario del campo para luego retornar a trote ligero. Enseguida se bajó el telón para sacarle brillo a la táctica del roce dominical en el Santiago Bernabéu (14:00 horas / TCM).