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POR MANUEL GÓMEZ C.
FOTOS: ÉRIK ESTRELLA
ENVIADOS ESPECIALES

TOLUCA.- Con buenas pinceladas de futbol, dinámico, vibrante, con una dosis de conato de bronca y en el mismísimo infierno, el partido Toluca-Puebla terminó con empate a uno, en duelo que además también tuvo un arbitraje dudoso de Miguel Ángel Chacón, quien no marcó una falta del “Kevin” Rojas sobre Benítez, despertando polémica, en este partido que se disputó en el estadio Nemesio Díez, que tuvo una regular asistencia.
Con esta igualada, el Diablo suma 24 puntos, con los cuales amanece en la cuarta posición de la tabla general, mientras que los de la Franja llegan a 14 unidades, y se ubican en el decimocuarto lugar.

EL PARTIDO
Si alguien se imaginó que el Puebla sería un flan para el Toluca, en honor a la verdad, el desarrollo futbolístico mostrado por los “Chelisboys” hizo pasar momentos de apuros a los de casa, que a pesar de que se pusieron arriba en el marcador, con el gol del “Pájaro” Benítez, vaya que sufrieron, porque, por momentos las circunstancias favorecieron al cuadro donde está Cuauhtémoc Blanco y compañía, que por medio de Noriega lograron el tanto del empate.
Por lo que el Toluca empezó a demostrar en los primeros minutos, parecía que se llevaría la victoria, porque a los 10 minutos abrió el marcador, pero después sus hombres cayeron en una parsimonia, le cedieron la posesión del balón al enemigo, que si bien es cierto fabricó situaciones de gol, también vivió momentos de apremio.
Para variar, Blanco es el alma de este cuadro poblano, claro, apoyado por sus compañeros, pero la clase y liderazgo del Temo están siempre presentes. Cualquier jugada construida por su equipo, nacía de sus botines, mientras que enfrente, Lucas Lobos se iba perdiendo, a pesar del esfuerzo mostrado por sus compañeros. Velázquez y el mismo “Pájaro” Benítez se unían siempre en busca de hilvanar acciones de gol, pero enfrente se topaban con unos poblanos que machacaban, como fueron los casos del mismo Noriega, Pajoy y Cosme.
Talavera pasó algunos sofocones, como fue aquel remate de Cosme, pero Alfredo reaccionó atinadamente y evitó la caída de su portería.
Puebla creció.
Sus hombres se adueñaron de la pelota, y entonces mantuvieron el dominio sobre unos mexiquenses que se iban perdiendo en el terreno de juego, y precisamente de los botines de Blanco nació el tanto del empate, que motivó a los visitantes, a tal grado que fueron más agresivos, en el buen sentido de la palabra, y se lanzaron constantemente al ataque, creando situaciones de gol, como lo hizo Esqueda, quien estrelló su disparo en un poste, cuando el primer tiempo agonizaba.
Los goles ya habían caído en el primer tiempo, pero en el segundo, los dos equipos dejaron lo mejor de sí.
El Toluca corrigió conceptos futbolísticos, y el Puebla no se dejó llevar ante las circunstancias.
La lucha por el balón era constante, y cuando apenas se reiniciaba esta segunda parte, Rojas le cometió una falta a Benítez, en la cual se pedía penalti, pero el árbitro no lo marcó.
Para entonces, el Toluca con el ingreso de Brizuela, le dio más dinámica y movilidad, el “Conejito” empezó hacer sus travesuras, tocó la pelota, aprovechó esa habilidad que posee, y empezó a generar más acciones de gol, mientras que Ponce aparecía más por el costado izquierdo, encarando, pero el Puebla se defendía con todo.
Fue tanta la lucha por tener el balón, que el partido se volvió ríspido, y en una jugada entre Ponce y Cosme, aparecieron los empujones, los dimes y diretes, que por fortuna sólo fue un conato de bronca y todo se aplacó.
El Toluca insistía, pero sin tener suerte.
El Puebla, sus hombres hacían tiempo, y así terminó este duelo con empate a un gol.

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