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Mira

27, febrero 2017 - 23:51

┃ Guillermo Martínez

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POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

FOTO: JESÚS TÉLLEZ

NO puede dejar de pensar en el sufrimiento de las ocho horas diarias de entrenamiento.

Pero lo que más añora la gimnasta Cynthia Valdez, son las competencias.

El escenario donde fue admirada, aclamada y venerada.

“Todo el glamour del escenario no se olvida tan fácilmente. O cuando te premian y escuchas el himno nacional. La verdad que son muchas cosas que seguido pienso en ello. Pero hay que seguir adelante en otras facetas”.

El encuentro que más le ha dejado satisfacciones fueron los Juegos Panamericanos de Guadalajara, donde se consagró con más medallas en su carrera.

“Aparte porque estaba lesionada. Es un coraje que deseas soltar y en esos momentos, aunque te duela mucho, sales a dar la cara porque sabes que es el instante en que harás lo mejor para triunfar”.

La tapatía hace un recuento desde que comenzó en la gimnasia.

“Desde los seis años de edad que me vieron cualidades tomé la disciplina como algo personal, de éxitos. Claro que comienza siendo una diversión, pero después forma parte de todos tus días, desde que te levantas solo piensas en cómo hacer mejor las cosas”.

Cynthia estuvo en 2005 entre las 10 primeras del ranking de la Federación Internacional de Gimnasia Rítmica y la mejor de todo el continente americano, pero las lesiones la fueron alejando del deporte.

“Son situaciones que a veces uno no desea, pero llegan en el momento que estás más concentrada para una competencia. Aún así te levantas y continúas entrenando, no sé si por orgullo o qué. Pero cuando ves la pista, lo vuelves a intentar nuevamente”.

Ahora sigue la gimnasia por medio de los medios de comunicación.

“Me sigue fascinando como si fuera la primera vez que vi a alguien compitiendo. Analizo, observo, a veces hasta lo grito, es una sensación muy padre. Claro que me imagino ahí. Es algo que llevo dentro”.

Yazmín estuvo en los entrenamientos de taekwondo, acompañando a su esposo Alfonso Victoria.

“Veo lo que hacen ellos, y la verdad que el ser deportista elite es algo especial. Tantas horas, lesiones, dolores, pero sabes que siempre te traerán ilusiones y sueños cumplido. Eso es lo mejor al final de tu carrera en cualquier disciplina”.

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