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POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
ENVIADOS ESPECIALES

ZAPOPAN.- Ya ni en el escenario en el que Chivas solía brillar fuera cual fuera su presente es dominado por el Rebaño.

Este domingo, Atlas le mostró al Guadalajara el por qué es en la actualidad el referente en la ciudad si se habla de futbol. Un aguerrido Ponchito González, igual que el resto de rojinegros, resaltó en un centro atrasado que Enrique Pérez mandó guardar para que el Atlas saliera con los tres puntos del Omnilife, en un nuevo clásico tapatío que se fue rumbo a Colomos, 0-1.

El gol habla mucho de la realidad de ambos, mientras que la cantera y los refuerzos de los Rojinegros deciden partidos, los del Guadalajara continúan sin aparecer, una lección que el Zorro le pone a la Chiva de cómo se deben de planear las temporadas, mientras uno sufre por salir de los últimos lugares, el otro está cerca de la fiesta grande.

A los Rojiblancos le urge un proyecto, como en la actualidad tiene su odiado rival, que vendrá en las manos de Néstor y José Manuel De La Torre.

Hasta el día de hoy solo se puede decir que Guadalajara es Rojinegra.

EL JUEGO

Dinamismo en el terreno de juego por el estilo del visitante y el pensamiento de Ramón Morales, el encuentro entregó de inmediato emociones.

El primero en probar fue Chivas, contragolpe que Nápoles comandó con su velocidad, tocó para Castro, quien sin pensarlo sacó potente disparo que desvió Venegas rumbo a su meta, pero Vilar, con una mano, alcanzó a apagar el coetón.

Atlas no tardó en hacerse presente, primero con un disparo de Millar que la zaga desvió. Pero en la segunda que el Rojinegro tuvo, no perdonó. Varios rebotes tras un tiro de esquina le dejó el balón a Ponchito González, llegó hasta línea de fondo y con la astucia que caracteriza al Zorro, metió la diagonal de la muerte que el “Pollo” Pérez remató para poner arriba al visitante. ¡Gol del Atlas!

Con una voz diferente, el Omnilife retumbó a favor de los Zorros, Ramón Morales saltó de su banca con mucha enjundia, de inmediato mandó llamar a Bravo y Reyna, las indicaciones eran pelear más por el esférico, luchar en medio campo e intensidad, pero se malinterpretó.

El Rebaño comenzó con marrullerías, primero con entradas tardías, después con pechazos y por último con múltiples reclamos al silbante; Atlas respondió con lo mismo, así que el encuentro se comenzó a encender, pero el futbol se terminó.

Reyna se encaró con Erpen, Rodríguez llegó en ayuda del rojiblanco, pero Millar no se achicó, una mini gresca en la cancha se efectuó, la solución del problema, amarilla para Ángel y un incrédulo Castillo que ni vela tenía en el asunto, antes de meterse en más problemas Ramos Palazuelos decidió pitar el final del primer lapso.

Gracias a su “fama”, Reyna se quedó en la banca para el complemento, Morales no se arriesgó y sacó al “Pleititos”, en su lugar otro Ángel ingresó, Zaldívar. La modificación le hizo bien a Chivas, comenzó a dominar el encuentro con un ticki-taca dormilón en el medio campo.

El “Jefe” Boy olfateó el momento que se venía, así que decidió refrescar su ataque, Esqueda se fue de la cancha para el ingreso de Caballero, entonces el partido se rompió.

El medio campo servía de muy poco, latigazos de ambos equipos trajeron las emociones al encuentro. Bravo lo intentó de un lado, respondió Castillo en el otro, las bofetadas iban y venían, pero la puntería no volvió a aparecer.

Guadalajara vivió un clásico que el Atlas pintó rotundamente de rojinegro.
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