ACAPULCO, Gro.- Renata Zarazúa se quedó cerca de romper una racha de cinco años sin tenistas mexicanos en la segunda ronda del AMT, pero al final ni el jugar en casa pudo evitar su segunda decepción seguida en el mejor torneo del ‘deporte blanco’ en Latinoamérica.

La mejor raqueta azteca de la rama femenil, ubicada en el puesto 295 del mundo, vivió durante gran parte de su niñez en Acapulco y junto a su padre, José Luis Zarazúa, fue forjando sus habilidades en el tenis. Aunque no pudo regalarle un triunfo a su familia que se dio cita en el Grand Stand, tras caer (7-5, 6-7 y 6-1) ante la belga Kirsten Flipkens, Renata lo toma como aprendizaje y confía en revertir la situación en su compromiso de dobles.

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“El resultado me deja un poco triste. El ganar un set aquí me pone muy contenta, sabía que el tercero iba a ser muy duro, pero esta derrota me sirve para mejorar. Trataré de tomarla de forma positiva y seguir para adelante”, mencionó Zarazúa en plática con ESTO.

Renata agradeció las muestras de apoyo que recibió de sus compatriotas: “estoy muy contenta y agradecida con ellos, me ayudaron a dar lo mejor de mí y que el partido fuera más emocionante. Ahora me concentraré en los dobles de mañana junto a Giuliana Olmos”.

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La jalisciense de 19 años se dijo “motivada por seguir desarrollándome como tenista y buscar mi primera victoria en esta o en la próxima edición. Voy tomando más experiencia que me ayudará en el futuro. Acapulco es uno de los torneos del año que más me gustan”. (Jorge Briones/Enviado Especial)