A lo largo del tiempo y desde que la actividad deportiva cuenta con regulaciones óptimas, son varias las mexicanas que han destacado en sus disciplinas, ya sea en campeonatos mundiales, Copas del Mundo o en Juegos Olímpicos.

MEXICO 1968

Uno de los momentos más especiales para una atleta mexicana y que marcó un parteaguas mundial se dio precisamente aquí en los Juegos Olímpicos de 1968 cuando Enriqueta Basilio, corredora de distancias cortas, fue la primera mujer en la historia del olimpismo en encender el pebetero de una justa olímpica.

En el mismo evento dos mujeres más escribieron su nombre dentro de la historia deportiva mexicana cuando subieron al podio dentro de sus correspondientes pruebas, siendo así las primeras medallistas para el país en Juegos Olímpicos.

Una de ellas fue María Teresa Ramírez, quien en las instalaciones de la Alberca Olímpica Francisco Márquez puso de pie a todos los asistentes para colgarse el bronce en la prueba de 800 metros libres detrás de las estadunidenses Debbie Meyer y Pamela Kruse, quienes se llevaron el oro y la plata, de forma respectiva.

La importancia de la medalla de Ramírez radica que es una de las dos (junto con el oro de Felipe “tibio” Múñoz) que ha conseguido México en esta disciplina en las justas veraniegas.

Otro acto sin precedentes en el deporte mexicano fue conseguido también por una mujer pero en esta ocasión en la prueba de florete, cuando María del Pilar Roldán cayó en la final con la rusa Yelena Novikova y se tuvo que conformar con la plata.

SORAYA JIMÉNEZ

De ahí tuvieron que pasar 32 años para que otra mujer subiera al podio de unos Juegos Olímpicos, y fue en la edición de Sidney 2000 cuando Soraya Jiménez se alzó con la primera medalla de oro para una mexicana en los juegos olímpicos al ganar la categoría de 58 kilogramos de Halterofilia.

PAOLA ESPINOSA

Paola Espinosa sigue escribiendo su historia dentro del deporte olímpico mexicano. La doble medallista (plata y bronce), ha hecho vibrar a México con sus participaciones en las justas veraniegas, por lo que sin duda es una de las mexicanas más destacadas de la historia.

MARÍA DEL ROSARIO

Qué más se puede decir de María del Rosario Espinosa, la sinaloense es una experta en hacer vibrar a México cuando se sube al tatami. La experimentada taekwondoína ya cuenta con tres medallas olímpicas: oro, plata y bronce y buscará en Tokio hacer aún más grande su leyenda.

GUADALUPE GONZÁLEZ

¿Quién no murió de los nervios con la participación de Lupita González en Río 2016? La marchista mexicana acarició el oro, sin embargo se le escapó sobre el final. Aún así la mexicana consiguió el metal plateado que hizo vibrar al país, para demostrarnos una vez más que las mujeres siempre sacan la cara por nosotros.

PAOLA LONGORIA

La raquetbolista Paola Longoria quien no tiene rivales en su deporte y es campeona mundial, además de la karateca Yadira Lira quien es la máxima medallista mundial para el país.

TIRO CON ARCO

Las arqueras Aida Román y Mariana Avitia también entraron en la historia olímpica mexicana gracias a sus preseas de plata y bronce en Londres 2012, siendo las únicas con las que México cuenta en dicha especialidad.

LORENA OCHOA

En lo que se refiere a otros deportes que no entran al programa olímpico podríamos citar a Lorena Ochoa, quien permaneció en el número uno del ranking mundial de golfistas durante 157 semanas consecutivas, de 2007 a 2010.

Para la tapatía nacida el l 15 de noviembre de 1981, los “swings” y los títulos comenzaron a llegar a temprana edad, pues a los cinco años de edad comenzó a jugar y los seis ganó su primer título estatal; a los siete un título nacional y a los ocho ya era el primer lugar del Junior World Golf Championship.

A lo largo de su carrera en la LPGA, Lorena Ochoa fue nombrada Novata del Año en 2003, perdió sólo cuatro cortes en 172 torneos, estuvo entre las 10 primeras 108 veces, 63 en el top tres y obtuvo 27 victorias, además de ser nombrada cuatro veces Jugadora del Año, de 2006 a 2009.

ANA GABRIELA GUEVARA 

Como olvidar aquella extraordinaria corrida de Ana Gabriela Guevara en Atenas 2004. La velocista mexicana corrió con el alma para tratar de conseguir la presea dorada, sin embargo, no pudo con Tonique Williams y regresó a México con la medalla de plata, un metal que, dicho sea de paso, quedará para posteridad.