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12, marzo 2017 - 8:38

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POR JOSÉ ÁNGEL PARRA

Como en cascada han aterrizado los males que aqueja actualmente el balompié mexicano: Violencia en los estadios, ya sea en la tribuna como en la cancha, lesiones graves contra compañeros de profesión y, peor aún, agresiones e insultos hacia los árbitros. Y en todos los casos, la aplicación del reglamento de sanciones ha sido medida con tibieza por parte de los integrantes de la Comisión Disciplinaria, previa consulta con los dueños del balón.

La pérdida de jerarquía es tan evidente en el seno arbitral, pero ha ido en paralelo con las componendas y arreglos con los que se han enfrentado los innumerables problemas que semana a semana superan los análisis tácticos de los partidos.

“Yo creo que en general los árbitros han perdido jerarquía porque se han ido dejando”, valora Eduardo Brizio, ex silbante y analista. “Han perdido autoestima, sus dirigentes no los defienden, los ningunea todo mundo. Dudan no sólo de su trabajo, sino de su integridad y capacidad. Siento que los árbitros han perdido jerarquía”, abundó.

“Cualquier futbolista, sobre todo los extranjeros, los insultan, les reclaman, los sobajan, y ellos aguantando todo”, señaló. “Hasta que llegó el día en que la burra no era arisca, pero la hicieron. Y con jerarquía o no, están retomando lo que les pedimos todos, que recobren la autoestima. Que en cualquier ámbito, la autoridad tiene que ser respetada, y eso ya no está ocurriendo con el arbitraje”, añadió.

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Como parte medular del asunto, los dueños de clubes han sido los principales responsables de esta crisis, al establecer leyes decorativas y planificar un organigrama servil de parte de la Federación Mexicana de Futbol, que sólo tapa hoyos, pero carece de independencia. Y al ser tantos los dueños, entre ellos terminan por picarse los ojos.

“La FMF tiene que ver”, consideró Brizio, al respecto. “Son sus árbitros los encargados, junto con la Comisión Disciplinaria, de ser los garantes de la moral del juego. Los deben cuidar. Que sus decisiones sean respetadas y no puede ser que en cada partido ocurran sucesos similares. Hace poquito (Matías) Britos (delantero de Pumas) casi también agrede a otro árbitro, si no es que lo hizo. Todo mundo los jalonea, los empuja, les quita la cola después del partido. No podemos seguir en ese tenor”, reprochó.

Semanas atrás, la violencia en el estadio Luis “Pirata” Fuente arrojó apenas un partido de veto para dicho inmueble, el cual no se pudo cubrir el pasado viernes, precisamente por el paro de los silbantes. Días después, patadas y agresiones entre jugadores arrojaron fracturas en Jonthan Fabbro, de Jaguares; Renato Ibarra, del América; y el “Conejito” Isaac Brizuela, de Chivas. Los castigos apenas se dieron a conocer y de los tres casos, únicamente Rubens Sambueza fue el pagano. Ahora, las agresiones hacia los nazarenos.

“Se ha ido viciando. Desde que yo era árbitro, la Comisión Disciplinaria estaba dedicada a cuidar los intereses de los equipos”, recordó Brizio. “Yo comparecí en la Disciplinaria dos o tres veces. Mi juez era Aarón Padilla, y mi acusador era su compadre, Chucho Martínez. ¿Entonces dónde está la imparcialidad?”, cuestionó.

“Había un conflicto de intereses en el que Aarón estaba claramente inclinado a favor de Chucho, en el problema que yo tuve con él. A mí me suspendieron y a él no le hicieron nada, después de todo lo que hizo, dijo y declaró en mi contra”, rememoró. “Yo me defendí y me castigaron a mí”.

En otra ocasión, Eduardo Rergis lo amenazó de muerte en un estadio, no sin antes patear la puerta del vestidor de los silbantes. “Pero lo exoneraron”, recordó. “Te puedo contar cualquier cantidad de historias de que la Disciplinaria y son unos esbirros dedicados a cuidar los intereses de los equipos, pero malamente, porque si realmente los cuidaran, aplicarían sanciones para que creciera nuestra Liga y tuviera una imagen de limpieza y no de una Liga corrupta”.

Esto se ha ido deteriorando. “El reglamento de sanciones es inexistente y no hay quién lo aplique o el que lo aplique tiene que recibir la orden del presidente de la FMF y éste a su vez realice el respectivo cabildeo con los dueños de clubes”, comentó el entrevistado.

Sí, así de triste.

 

 

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