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6, octubre 2014 - 19:05

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Denver, EUA., 6 Oct. (Notimex).- El entrenador en jefe de Broncos de Denver, John Fox, negó que haya habido mala intención por parte de sus jugadores en el bloqueo ilegal que causó la lesión al ala defensivo Calais Campbell en la victoria del domingo sobre Cardenales de Arizona.

Campbell sufrió un tirón del ligamento medio colateral de la rodilla derecha al recibir un doble bloqueo por arriba y por abajo (chop block) por parte del ala cerrada Julius Thomas y el tackle Ryan Clady, al inicio del tercer cuarto del juego disputado el domingo.

Pese a que el entrenador de Cardenales, Bruce Arians, aseguró la víspera que la jugada era “la más sucia” que había visto en sus 37 años de carrera, Fox aseguró que no fue tan sucia y que, además, no fue intencional.

En declaraciones tomadas de la página de la NFL, el entrenador aseguró que “de ninguna manera fue intencional”, y subrayó que su equipo no entrena para realizar ese tipo de jugadas; incluso, señaló que “probablemente es la primera chop block en nuestros cuatro años en el cargo”.

Explicó que es una situación muy poco habitual y enfatizó que “no estábamos apuntando a alguien en particular, Calais estaba alineado al final (de la línea defensiva) y él pasa más tiempo por dentro. Era una carrera de tres jugadores y no nos comunicamos tan bien como debimos hacerlo”.

Del mismo modo, subrayó que “no me gusta ver a ningún jugador lesionado, incluidos jugadores rivales. Nos costó un touchdown de 77 yardas (de Demariyus Thomas a pase de Peyton Manning) así que no estamos mandando ese tipo de jugadas”.

Por otra parte, en cuanto a las declaraciones de Arians, en el sentido de que era la jugada más sucia que había visto en su carrera, Fox explicó que ya había hablado con su homólogo de Cardenales, y reiteró que “he coacheado por 35 (años), todavía no 37, pero no es la jugada más sucia que he visto este año y mucho menos en 35”.

Por su parte, Julius Thomas, quien realizó la tackleada por abajo mientras Clady enfrentaba a Campbell por arriba, aseguró que “absolutamente no (había) intención de lastimar a nadie. Clady y yo no somos el tipo de jugadores que lastiman a alguien. Fue algo desafortunado”.

En un principio, el cuerpo médico de Arizona había dicho que el ala defensivo estaría fuera de actividad de dos a cinco semanas, sin embargo el más reciente pronóstico es de uno a tres juegos.