Y fue a Enrique Triverio a quien se llevaron entre las patas del Diablo. Luego de que la Comisión de Apelaciones decretó que Pablo Aguilar (América) y Enrique Triverio (Toluca) debían cumplir una sanción de un año de suspensión por agresión a un árbitro, el delantero de los Diablos Rojos rompió el silencio y aseguró que el empujón que le propinó a Miguel Ángel Flores no tiene comparación con el cabezazo del defensor de las Águilas, por lo que no comprende porqué fueron medidos con la misma vara, expresó en entrevista con ESPN.

“No se deben medir igual. Me parece que lo mío fue distinto, no hubo intento de agresión, fue solo el hecho de que me escuchara. No sé si será de menos o mayor que la otra expulsión, hay especialistas, pero a mi punto de vista, no. Para mí es exagerada y mirando el futbol mexicano, hubo muchas acciones antes de ese tipo de cosas que sólo tuvieron un duelo o dos de suspensión, y en este caso se detonó un ‘hasta aquí llegamos’ y vino la suspensión. Dijeron: ‘hay que hacer algo’ y nos tomaron a nosotros”, expresó el argentino, quien recordó lo sucedido esa noche en el duelo de Copa, frente a Morelia: “Estaba molesto por lo que se llevaba a cabo, pero nunca pensé que se iba a formar lo que terminó siendo. Fue una jugada de encuentro, sentí injusta la expulsión de Talavera, quise reaccionar para que me prestara atención y pasó que en 10 segundos se perdió una clasificación, con tres hombres buenos, y todo lo que hicimos bien, se fue a basura”.

Para concluir, Triverio se dijo tranquilo por el hecho de que el club escarlata lo apoyará.

“Significa mucho. Demuestra que el club no me deja sólo en esta situación complicada y anormal, algo que no estamos acostumbrados vivir. Estos días fueron muy complicados, bastante difíciles y nada normales a lo que uno está acostumbrado, pero ya estoy tratando de entender las cosas, de estar tranquilo. Hay gente que se ocupa de parte del club, que me brindó su apoyo y tengo fe de que se resuelvan las cosas”, finalizó.