ANTONIO Mendoza mostró orgulloso el terno que le fue entregado como triunfador de la novillada celebrada el pasado domingo en la Plaza México, última de la temporada chica, sin cortar orejas, pero sí lo obligaron a dar una vuelta con mucha fuerza. El terno lo obsequió la Unión Mexicana de Toreros, que preside Miguel Ortas “Miguelete”.
“Estoy muy contento y es muy reconfortante este premio -dijo Antonio Mendoza- que me impulsará a seguir superándome”.
Antonio Mendoza cuajó una gran faena al extraordinario novillo de nombre “Bala” de la ganadería tlaxcalteca de La Soledad, pero desafortunadamente dejó ir el triunfo al fallar repetidas veces con la espada y en cambio escuchó dos avisos.
Cabe anotar que Antonio Mendoza no buscó el aplauso fácil. Fue su actuación que el público valoró como una gran faena y le obligaron a dar la vuelta al ruedo. Desde luego su mejor colaborador fue el novillo “Bala” que mereció los honores de arrastre lento por su bravura, calidad y clara embestida. Ese novillo pudo haber tenido un desempeño superior, pero se estrelló en un burladero y se partió el cuerno izquierdo desde la cepa lo que le mermó su desempeño.
Mendoza se mostró apenado por no acertar a matar a ese gran ejemplar.
Es un caso este Antonio Mendoza pues no ha cortado nada en sus actuaciones que ha tenido en el coso capitalino, precisamente por no dominar la suerte suprema, pero ha dejado constancia de su capacidad taurina al indultar al novillo “Bandolero”, de Xajay y ahora la gran faena a “Bala”.
Pero su toreo ha gustado al público con un personal estilo de torear y lo han calificado como una revelación, que alcanzará grandes alturas de mantener el ritmo. En Moralzarzal, España le entregaron el trofeo por la mejor faena sin cortar apéndices a pesar de que sus alternantes si tocaron pelo.
Ahora le espera a Antonio Mendoza un mano a mano con el novillero español Gonzalo Caballero para el 18 de este mes en la plaza Cinco Villas y de ser el triunfador pudiera hacerse el segundo mano a mano, ahora con Juan Pablo Llaguno.
Además de ello parece que hay buenos planes para Antonio que se están cocinando. Por lo pronto él se someterá a un curso intensivo de la suerte suprema. (HSC).