Enfrentarse a André-Pierre Gignac, Eduardo Vargas, Ismael Sosa y toda la artillería felina, es el sinodal perfecto para que Cruz Azul ponga a prueba su renacer en la Liga y Copa.

El técnico Paco Jémez sabe que no puede confiarse frente a los regiomontanos: “Nuestro momento complicado no ha pasado, todavía no salimos del bache, creo que podemos mejorar. No veo ninguna razón para que un jugador pueda relajarse”.

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Jémez habló fuerte, los números están de su lado, pero Tigres es ajeno a los demás: “Si alguien cree que vamos a ganar sólo porque tuvimos una buena racha, está equivocado; no vamos a ganar con el pasado, será con lo que demuestras. Ni Tigres lo va a hacer por ser el actual campeón; le va a costar”.

Los triunfos al hilo no pueden cegarlos. “Todavía nos falta, es verdad que hemos avanzado mucho, pero los resultados maquillan todo. Si triunfas, parece que juegas mucho mejor; si pierdes, es peor de lo que realmente haces”, recalcó.

En relación a la resurrección de Martín Cauteruccio, Jémez dijo: “Él es una persona que no ha perdido nunca la tranquilidad, la serenidad; al plantel no le estaba dando goles, pero sí mucho trabajo. Nos ha ayudado con muchas otras cosas, ahora marcó, es un premio al trabajo y a la constancia”.

REENCUENTRO

Sobre su reencuentro de este sábado con Javier Aquino, elemento felino al que dirigió en el Rayo Vallecano, Jémez sonrió: “Estoy deseando verlo y darle un abrazo; tengo un buen recuerdo de él, tuve la ocasión de poder entrenarlo. Es fantástico”.

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Los elogios para el antes jugador celeste continuaron: “No lo he vuelto a ver, voy a preguntarle por él, por su familia, es un buen tipo, tengo gratos recuerdos de él, lo abrazaré y charlaremos un rato”. (Javier Juárez / Foto: Jesús Téllez)