SU primera vez…

Y por ende fila india o novatada.

Este fue el marco que vivieron Javier Güemez y Alfonso González, quienes se enfundaron y trabajaron por primera ocasión con el Tricolor mayor al mando de Miguel Herrera, en lo que es el irreparablemente el cambio generacional.

Y es que antes de comenzar con los entrenamientos, ambos fueron rehenes de los coscorrones entre la camaradería, ritual que usualmente se brinda a la sangre nueva tanto en la Selección, equipos de primera división y hasta en grupos de animación.

Ambos jugadores no le temieron a los “suaves” golpes que les propinaron, por lo que Güemez transitó semilento y Ponchito fue un poco más audaz abriéndose paso entre las risas, guamazos y corretizas.

Con el andar de éstos, se abre paso al cambio generacional dentro de la Selección, pues se unieron a los también: Rodolfo Pizarro, Miguel Herrera Equihua, Erick Torres, Enrique Pérez, Oswaldo Alanis, Luis Venegas, Antonio Ríos y hasta Javier Orozco, sangre fresca, que podría pelear por un lugar en la Copa Oro y América, toda vez que Miguel Herrera y su cuerpo técnico se comprometieron a levantar el título, pero será evidente que se “casará” con el torneo de la Concacaf, pues ahí México está obligado a remarcar su supremacía en el área con la participación de sus “legionarios extranjeros”.

Al ver que los de siempre han quedado a deber como en el caso de Oribe Peralta al que poco a poco se le terminan los goles, el “Piojo” busca frescura con la combinación de los chavos y de los infaltables como en el caso de Paúl Aguilar, Miguel Layún, Guillermo Ochoa, Marco Fabián, Javier Hernández, Javier Aquino y hasta el retorno de Julio César Domínguez. (LGO/ Foto: José Luis García)