VERACRUZ.- Los Tiburones recibieron a Cruz Azul en un encuentro que bajo circunstancias normales, hubiese registrado un lleno hasta las lámparas en el estadio Luis “Pirata” Fuente, pero que a razón del veto que el inmueble recibió por los incidentes sucedidos en el Veracruz contra Tigres, se tuvo que jugar con el graderío vacío.

Las reacciones y afectados en torno a esto trascendieron más allá del rectángulo verde y el coloso de cemento que lo acompaña. Hubo historias de perjudicados, no solamente aficionados, que sufrieron las consecuencias de que hubiera futbol sin gente en las calles aledañas al estadio, desde seguidores, hasta comerciantes.

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Por el lado de los hinchas, un integrante de la barra de los escualos expresó su pesar por no poder estar a lado de su club en un compromiso tan importante en sus aspiraciones por salvar la categoría.

“Nos afecta mucho porque luchamos por el descenso y en estos momentos cruciales nos sentimos indignados por el veto. Nos pone entre la espada y la pared porque nosotros como barra y aficionados que somos, estamos día a día con el plantel y nos sentimos muy mal”, dijo el seguidor escualo momentos antes de que él, en conjunto con otros fanáticos jarochos, se dirigieran a la puesta del estacionamiento del inmueble para recibir entre banderas, sombrillas y humo rojo a su escuadra.

Evidentemente, el club dejó de percibir ingresos económicos por concepto de taquilla, entre algunos otros aspectos; sin embargó, las pérdidas también alcanzaron a los comerciantes, como Don Martín, un hombre que tiene un puesto de camisetas de Veracruz y algunas otras de diversos planteles en las inmediaciones de la casa de los Escualos.

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“No hay gente y no hay ventas. Eso afecta bastante a la economía. No llevamos más que tres playeras vendidas. Si se va Veracruz nos afectaría porque ya no habría como”, relató el vendedor.

Los fanáticos de Cruz Azul no se quedaron atrás, ya que no tienen la oportunidad de ver seguido al cuadro de sus amores, y esta vez, tuvieron que conformarse con estar detrás de la barda que delimita el “Pirata” de las avenidas de Veracruz.

Fue así como transcurrió una noche de futbol en el duelo entre los Tiburones Rojos y La Máquina, en donde todos los invitados llegaron, menos el más importante: El público. (Alejandro Alfaro / Fotos: Ramón Romero / Enviados especiales)