Mariana “Barbie” Juárez hizo prevalecer su mejor técnica y experiencia contra la africana Catherine Phiri, a la que arrebató la corona mundial gallo del WBC mediante una amplia decisión unánime en 10 episodios, este sábado en el Zócalo capitalino.

Para Mariana se trata de su segunda corona reconocida por el Consejo Mundial de Boxeo, ya que previamente ostentó la de peso mosca del mismo organismo. Y si sumamos el cetro de peso supermosca de la IFBA que tuvo antes de lograr los del organismo verde y oro, con su triunfo sabatino se convirtió en tricampeona del orbe.

La veterana capitalina de 37 años aprovechó que la morena de Lusaka, Zambia, pareció desconcertada ante sus movimientos de cintura y con cambios de guardia en algunos rounds, la nueva monarca evitó los poderosos impactos de la visitante.

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Phiri se vio peligrosa en el inicio del combate, cuando llegó al cuerpo y la cabeza de Juárez, que pronto rectificó y recurrió a su mejor técnica en los episodios 2 y 3 para intercambiar golpes cuando consideraba que le convenía, aun cuando en ello llevara serio riesgo.

En la cuarta ronda, las adversarias bajaron el ritmo y hubo poco que comentar, pero con Mariana en control de la situación.

Las puntuaciones después de las primeras cuatro vueltas fueron: 39-37 (dos tarjetas) y 40-36, todas a favor de la local.

Del quinto al séptimo asalto, se registró una reacción de Phiri, cuyos puños castigaron el rostro de la mexicana, que en el séptimo fue estremecida y experimentó sangrado nasal aunado a un corte en la ceja derecha. A esas alturas, los pómulos inflamados de la citadina mostraban las huellas de la refriega.

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En ese séptimo giro, Juárez se llevó una amonestación del réferi porque tras recibir fuertes impactos, jaló a su enemigo por la nuca y la lanzó contra las cuerdas, y todavía la golpeó mientras la morena volteaba a ver al réferi para protestar por la acción.

Pero Mariana se apoderó de los episodios 8, 9 y 10 para no dejar dudas sobre quién era la beligerante a la que le levantarían el brazo y le colocarían el cinto verde y oro de las 118 libras.

La peleadora azteca salió bravía al octavo asalto y sus movimientos y ofensivas hicieron que Catherina se mirara lenta y que sus intentos de contraataque se quedaran cortos.

Tras ocho rollos de combate, los votos favorecían a la pugilista de Santa Úrsula por 78-73, 79-72 y 77-74.

Ya con el título a la vista, en el décimo y último capítulo, Mariana usó el movimiento de cintura mientras lanzaba golpes que tomaban por sorpresa a su enemiga, a la que volvió a dominar al danzar alrededor de ella y golpearla en forma repentina hasta escuchar el campanazo postrero que significaba que se convertía en tricampeona. (José Luis Camarillo/Fotos: Ramón Romero)