Sergio García se sumó a Severiano Ballesteros y José María Olazábal como los españoles consagrados en The Masters de Augusta, al ganar la 81 versión al superar al británico Justin Rose, en desempate en el hoyo 18.

Ballesteros se coronó en Augusta en 1980 y 1983 y Olazábal en 1994 y 1999, y García lo hizo este domingo con una gran exhibición que se convirtió en un duro match play con Rose, pues ambos salieron juntos y se alternaron por momentos la corona hasta llegar al desempate.

Tensión y nerviosismo llenó el recorrido de ambos que salieron empatados con seis golpes bajo par, el español abrió con birdies en los hoyos uno y tres y se fue solitario a la cima, y más cuando el británico cometió bogey en el cinco, pero Rose logró tres birdies al hilo, en el seis, siete y ocho, para empatar en la general, ocho golpes bajo par.

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La crisis llegó a Sergio García con bogey en los hoyos 10 y 11, para dejar a Justin en la cima, y el español se recuperó con birdie en el 14 y eagle en el 15, donde el británico marcí birdie, para igualar a nueve golpes bajo par.

Rose ganó el embate en el 16, con birdie, pero se cayó con bogey en el 17, para empate en nueve bajo par, y en el hoyo 18 tuvo García la oportunidad de coronación, pero la bola se fue a la derecha, y se esta forma firmaron una tarjeta de 69 golpes, tres bajo par, para una suma global de 279 impactos, nueve bajo par.

De ahí se fueron a la salida del hoyo 18 y Rose salió por derecha del fairway, García colocó la bola en la avenida, luego el británico apenas puso la esférica en la calzada y finalmente Sergio embocó con birdie para la coronación.

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“Hace tanto que sueño con este momento. Creí que lo tenía en el hoyo 18 (en el primer intento) y por algún motivo no cayó. Sentí hoy la calma que nunca había sentido en un major. Me mantuve positivo.

“Es increíble poder hacelo el día de su cumpleaños (de su ídolo Severiano Ballesteros. Los dos son mis ídolos. (José María) Olazábal me mandó un mensaje diciendo lo que tenía que hacer y que tuviera confianza en mí mismo”, expresó.

Compartió que desde 1999 cuando participó por primera vez como amateur “supe que este campo me iba a dar un major alguna vez y al paso de los años me siento cómodo aquí”.

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El ritual de la inmortalidad se concretó al momento que el campeón 1916, el inglés Danny Willett, le puso el Saco Verde a Sergio García, en tanto el estadounidense Stewart Hagestad, quien fue el mejor amateur, al finalizar en la posición 36, con una suma de 294 golpes, seis bajo par, dijo que no se ve en el futuro como un profesional del golf.