ZAPOPAN.- Almeyda lo hizo de nuevo, Matías bebió una Copa más. Hace seis meses en Querétaro el “Pelado” soltó el vaso y dejó ir el trofeo. En casa, con su gente el chiverío no iba a soltar su segundo título de Copa en la reciente época.

El pastor rojiblanco guió por buen camino a su Rebaño y logró un éxito más en su carrera. Matías se convirtió en el primer técnico en lograr el bicampeonato copero. El anterior lo consiguió frente al León en el Apertura 2015.

“Estoy muy feliz, agradecido con los jugadores, a todo el público que nos apoya, el futbol lo más lindo que tiene son los títulos, hay mucha unión en el grupo, los futbolistas lo tienen merecido”, destacó el “Pelado”.

Foto: Erick Estrella

Matías en poco tiempo engrosó la vitrina rojiblanca. El “Pelado” ya sumó dos copas y una supercopa a la lista de trofeos tapatíos: “Esto es para todos, para todos los chivahermanos”, resaltó.

La labor del “Guacho” Jiménez y todo el plantel fue importante: “Yo le di lugar a todos los elementos, ellos lo supieron aprovechar, todo lo que vamos jugando es importante para nosotros”, dijo.

Con base al profesionalismo y arduo trabajo, el entrenador argentino eludió el descenso que tanto eclipsó al Rebaño y ahora apunta a lo más alto. Almeyda recibió severas críticas al comienzo de su etapa como estratega del chiverío, pero todo eso quedó atrás. Él se dedicó a hacer lo que sabe y lo que lo llevó a regresar a River Plate a los primeros planos luego de irse a la división de ascenso.

Con el título que conquistó frente a Monarcas, el “Pelado” llegó a cinco en su etapa como director técnico. Tres con los rojiblancos, uno con los Millonarios y otro más con Banfield. Cinco ya no es casualidad.

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LA EMOCIÓN INVADE AL ‘PELADO’

Las horas fueron minutos para el “Pelado” Almeyda luego de conquistar el trofeo copero, Matías no logró conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada. El pastor del Rebaño dialogó brevemente con ESTO tras lo ocurrido horas atrás: “No pude dormir, no podía, la emoción era mucha”, reveló el técnico argentino.

El cansancio era mucho, pero la adrenalina fue más: “Eran las 5 de la mañana y seguía despierto, ni comer podía”, relató.

Matías cerró un rato los ojos y muy temprano volvió a abrirlos: “Dormí muy poco, a las 9 de la mañana ya estaba despierto otra vez. No pude más, la emoción era demasiada”, recalcó el pastor rojiblanco.

Foto: Erick Estrella

Luego de varias horas de éxtasis, Matías volvió de a poco a la normalidad: “Ya comí hasta la tarde y luego vine a entrenar”, comentó.

El “Pelado” festejó junto a sus seres queridos su segundo título copero: “Es para ellos la Copa, para todos”, destacó.

La sonrisa de Matías fue permanente, nunca desapareció de su rostro a pesar de las mínimas horas de sueño: “No me tomes la cara, ve cómo la tengo”, bromeó el “Pelado” y luego río sin parar. La felicidad fue clara.

Antes de retirarse del lugar Almeyda se despidió del Diario de los Deportistas: “Nos vemos en México, adiós”, cerró el técnico y se marchó del lugar.