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22, abril 2017 - 22:20

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nota-payo

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

ENVIADO ESPECIAL

FOTOS: CORTESÍA DE TADEO ALCINA

AGUASCALIENTES.- Los matadores Fabián Barba y Octavio García “El Payo” dejaron cien por ciento constatado la tarde de este sábado que la feria taurina de San Marcos está siendo solventada principalmente por los mexicanos. Al menos eso aconteció en los dos últimos festejos, donde la baraja nacional convenció y respondió con fuerza.

Ayer estos dos grandiosos toreros echaron para adelante la tarde, consiguiendo actuaciones de mucha valía, que han emocionado a los presentes, que hicieron más de media plaza en los tendidos.

VIDA PLENA, EL MEJOR

Se lidió un encierro de Begoña, bien presentado y excepto el quinto que fue el mejor en recorrido y calidad, el resto fue parado; tuvo un poco de más movilidad el primero. El tercero empujó más firme ante el picador, el resto cumplió.

Fueron: 2 Diecinueve, Vida Mía, Amantes,

Eterno Amor; así como Vida Plena, que fue el mejor y aplaudido en el arrastre y Por Siempre.

CALIDAD ABSOLUTA

Fabián Barba se fue prácticamente inadvertido con la capa, ya que su primer toro salió huidizo y con muchas patas, parecía que jamás dejaría de recorrer en el anillo. Sin embargo, terminó entregado el astado ante la muleta. Embistió despacio, muy despacio. Y Fabián lo toreó todavía más lento, con temple, aprovechando perfectamente la cualidad del de Begoña ejecutando tandas por derecha con las zapatillas bien ancladas en la arena. Le dio también su tiempo al toro, ya que iba a menos en fuerza y comenzaba a perder las manitas, así que no dejó de consentir a su socio.

Fue una faena de mucho pulso, en la que Barba demostró su capacidad para entender y resolver, toreando como lo pidió su oponente. Pasaportó al toro de una estocada que le resultó dibujada, de una ejecución excelente, lo que completó el convencimiento de juez para cortar una oreja.

Fue muy similar al primero su segundo astado, sólo que éste tardó más para embestir. Pero cuando se desplazaba metía muy bien la cabeza, con calidad de la buena. El pequeño cuerpo de Fabián lo comenzó a usar como carnada, ya que Barba tuvo que acortar terrenos para provocar el arranque del animal, una situación que puso al filo de los asientos a los presentes, ya que el imponente toro causaba mucho respeto. Y aunque Barba no echó paso atrás, el socio tampoco echó pasó para adelante, provocando que el público comenzara a chiflarle. Culminó de una estocada defectuosa, que bastó; abucheos al toro en el arrastre.

GRANDES DETALLES

José María Manzanares abrió su capa ante su primer oponente y de inmediato destapó el frasco de Las escénicas, regalando al público lances a la verónica en cámara lenta, que remató de una media que pareció postal.

La historia fue diferente en su labor muleteril, en la que imperó el poder del espada para someter a un toro que se acostaba mucho por el pitón derecho, amén que era bastante tardo para acudir al engaño. Así que la faena no tuvo continuidad, Manzanares le extrajo tandas aisladas, pero eso sí, de un relieve excepcional, donde afloró su calidad. No se cansó de insistirle a su socio, aunque tampoco quiso continuar batallando y mejor decidió acabar con la vida del astado. Mal matando, silencio.

Un bonito jabonero hizo segundo de su lote y bonitas también fueron las verónicas que realizó, muy ajustadas y de corte fino.

De poderosos doblones y magnífico desdén fue el inicio de su faena, para luego darse a torear por derecha con pases de muy buena manufactura y tandas de naturales de la misma calidad.

Su socio se desplazó con más boyantía, y comenzaba a torearlo muy bien, la labor iba creciendo, pero en el mejor momento decidió cortar con su labor y pasaportó al mejor todo de Begoña de una estocada que no bastó y concluyó con varios descabellos y carretadas de pitos. Mientras que los aplausos fueron para el toro.

MUCHA RAZA

Octavio García no se animó ante el comportamiento que tuvo su primer toro, que además de ser muy tardo para ir a la muleta, no tuvo calidad y no ayudó en nada para el lucimiento de su toreo. Pero no por eso Octavio dejó de insistir, hasta que mejor decidió atender al público que ya le pedía pasaportara a su socio. Y la cosa se complicó con la espada, por lo que escucho abucheos, lo mismo que el toro en el arrastre.

Y precisamente cuando salió el cierra plaza, se dejó venir un viento que parecía ciclón, valientemente y con la capa flameando por Eolo, Octavio se enredó por verónicas y luego bregó al paso para poner a su socio ante el picador. La romería se encendió con el empeño que el torero estaba imprimiendo a su labor.

No iba a ser una tarea fácil extraerle pase a este toro. Y no es que tuviera malas ideas el astado, sino que sólo tenía medias embestidas y al pasar se quedaba incluso a mitad de su viaje, poniendo a prueba el valor del torero y eso es lo a “Payo le sobra, pues se puso un arrimón como si en verdad quisiera dejarse matar. Y fue a base de encelar la embestida con sus muslos la única forma de extraer pases aislados, pero de mucho mérito, lo cual la gente le aplaudió con fuerza, pues sabedores estaban del esfuerzo que estaba haciendo el queretano. Concluyó de gran estocada y con gritos de ¡Torero, torero! Fuerte petición de oreja y otro tanto exigió la segunda, solo que al otorgar las dos, el público abucheó al juez. Una vez que el alguacilillo (vestido a la usanza charra) entregó los trofeos, el torero se guardó ambas peludas en la chaquetilla. Y todos felices.

PLATA FINA

Destacó el banderillero Gustavo Campos, quien salió al tercio en el segundo toro de Fabián, tras colocar un extraordinario par de banderillas.