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25, abril 2017 - 19:16

┃ Tonatiuh Guerra

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Adicta  al malogro, La Máquina que opera en La Noria yace descompuesta, arrumbada y sin un diagnóstico preciso para su reparación. Cual servicio del Metro, este tren balompédico se atora entre estación y estación desde hace más de 38 torneos, sin destrabar las metas establecidas por su vetusta dirigencia, la cual se ha eternizado a tal grado que sólo Mictlantecuhtli podría derrocar.

Durante la ya casi olvidada década de los 70, Cruz Azul fincó su grandeza de la mano de Raúl Cárdenas, Ignacio Trelles y Miguel Marín, trío que obtuvo siete títulos. Sin memoria de añejos logros, los celestes han arrastrado el prestigio alcanzado en aquellos años y apenas ha sumado dos trofeos de 1980 a la fecha. En 37 años, una Liga y múltiples sinsabores, los cuales los han llevado a ponerse en la orilla del abismo porcentual.

Primero los fanáticos rivales se lo acabaron debido a sus 11 subcampeonatos. Tantas finales perdidas e invariables decepciones. Mas ahora, en la actualidad, el once celeste añade cinco torneos sin Liguilla, más la que está por sumar a la cuenta en este semestre, cargado de tristezas y sinsabores, aunque en contrasentido valga para risas y golizas de sus contrarios.

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La lista de decepciones, cual recetario de cocina, tiene sus ingredientes y toque de distinción, elaborado por dirigentes y promotores necios y ambiciosos, que han dejado a un lado el amor por la institución y únicamente se enfocan en engordar la cartera y los bolsillos con base en la esperanza de su selecto público, el cual ha aguantado estoicamente por más de 20 años el deteriorado andar de su equipo. Un monumento es el que se merecen los aficionados por la paciencia y amor sincero que le demuestran a los celestes cada seis meses, luego de secarse las lágrimas que fueron fruto de los constantes tropiezos.

El inventario de insumos que ha sido la base de un equipo lleno de amarguras, angustias y sufrimientos es inmenso, una lista interminable y que día a día va recolectando más elementos, que aunque parezcan insignificantes forman parte del desaguisado que se vive temporada a temporada en La Noria y que parece no tener fin.

PRESIDENTE VITALICIO

Para la gran mayoría, la fórmula para destruir la grandeza de un equipo de futbol es su principal dirigente, quien funge como propietario. En la situación celeste sería el titular de la cooperativa cementera, Guillermo Álvarez, instalado en forma vitalicia, pues tras los continuos fracasos desde hace ya 37 años aseguró que no dejará el cargo.

“Por mi mente nunca ha pasado dejar la presidencia del equipo”, aseguró, decisión que para muchos es más que necesaria, ya que no ha variado sus métodos, cuestionados por el manejo de promotores.

“Normalmente se quitan a los técnicos, porque no dan buenos resultados, pero la directiva también tiene su responsabilidad”, señaló Carlos Hermosillo. “No te puedes hacer eterno o ser tan necio que no te des cuenta que desde hace 20 años no se ha logrado nada. No soy nadie para decir si sigue o no (Billy Álvarez), creo que  debe realizar un evaluación desde hace 37 años de cuánto se ha gastado y cuántos campeonatos se han alcanzado, y si eso genera un resultado positivo, se le debe dar continuidad, pero yo lo veo negativo con demasiada inversión y pocos resultados”, mencionó el ídolo cementero, quien le dio el último título a La Máquina.
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Foto: Alejandro Villa

PROMOTOR

Este ingrediente ha hurtado y desmantelado los vagones de La Máquina sin piedad. Desde que Billy tomó las riendas de Cruz Azul, en 1989, ha cometido una serie de errores, los cuales le han costado caro a los celestes, y uno de ellos es el pacto que realizó con el “diablo”, quien se ha encargado de poner y quitar a técnicos, directivos y jugadores, quienes deben formar parte de sus arcas y en caso de no serlo o negarse, simplemente quedan fuera o acaba con su carrera futbolística.

“La identidad de Cruz Azul se ha perdido por hacerle caso a este personaje”, denunció Hermosillo. “Nombrar a esta persona es engrandecerlo y no vale la pena, porque ha destruido a un equipo. La relación de este personaje con la institución es más que clara, no es un mito o una leyenda urbana, es una realidad. Tan es así, que filtraron unas conversaciones cuando Agustín Manzo fue directivo. Hay que hacer una evaluación de qué jugadores salieron y por qué de Cruz Azul, por qué (Juan Francisco) Palencia puede hablar mal de la institución luego de que lo vio nacer, todo es por esta persona”.

JUGADORES

Este ingrediente reúne a todos los demás, ya que el presidente celeste acepta la llegada de futbolistas foráneos de la cartera de su promotor de cabecera. Desde 1997 han llegado a Cruz Azul 76 refuerzos extranjeros (31 argentinos, 8 paraguayos, 7 chilenos, 7 brasileños, 6 uruguayos, 6 colombianos, 4 ecuatorianos, 2 españoles, 2 hondureños, 1 italiano, 1 boliviano, 1 camerunés) los cuales le han cerrado las puertas a los jóvenes y no han mostrado la calidad que se presume. Las “estrellitas” pisan las canchas de La Noria y las lesiones los alejan a un par de jornadas o simplemente pasan de noche, pues no existe compromiso alguno con la institución

EXTINCIÓN CANTERANA

En La Noria se ha perdido el amor por la playera y eso ha sido un factor esencial en los fracasos, ya que los jugadores que han llegado a reforzar, sean nacionales o extranjeros no muestran compromiso y son displicentes dentro del campo.

No hace más de diez años la presidencia, directiva y el primogénito del “dueño”, Robin Álvarez, tomaron la decisión de no continuar con la formación de jugadores por los altos costos que esto les generaba, así que apostaron por futbolistas consolidados para lograr resultados rápidos. Una jugada arriesgada la cual sólo he ha dado desilusiones.

Los últimos canteranos de La Máquina son Omar Mendoza, Rosario Cota, Víctor Zúñiga, Juan García Sancho, Guillermo Allison, Jair Peláez y Kevin Montaño, jugadores que tuvieron una oportunidad en la era de Tomás Boy al frente y que hoy en día juegan en la Sub-20 o calientan banca.

MALDICIÓN CELESTE

En el mundo del deporte siempre existe una maldición o un conjuro que indulta a los equipos de sus errores o malas decisiones. La maldición más sonada nació de la boca del más grande toletero de las grandes ligas, Babe Ruth, quien maldijo a los Red Sox de Boston por venderlo contra su voluntad a los Yankees.

Esta condena culminó el año pasado, luego de que las Medias Rojas consiguieron una Serie Mundial después de 86 años.

En México también se cuecen habas. En La Noria se habla de un conjuro que ha mantenido a Cruz Azul alejado del título por 20 años, tiempo en el que La Máquina camina entre tristezas, fracasos y eventos desafortunados que solo a un equipo “salado” le pueden ocurrir.

Este “hechizo” no nació luego de vencer a León, en el Invierno de 1997. El conjuro viene de muchos años atrás y proviene del “Superman”. Sí, La Máquina tiene un antes y un después de Miguel Marín, quien fue el artífice de la grandeza de los celestes, pues desde su llegada a nuestro país consiguió cinco títulos de Liga, en los torneos largos, además de un Campeón de Campeones y una Copa Campeones Concacaf, logros que ningún otro portero ha conseguido bajo los tres palos de Cruz Azul, a pesar de su enorme calidad.

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El “Gato” se enfilaba a su segundo tricampeonato, ahora bajo la dirección técnica de Don Nacho Trelles, pero el 6 de junio tuvo que decir adiós de las canchas por un problema cardiaco, un cuádruple desvío de las arterias coronarias. Marín jugó 319 partidos con Cruz Azul y sólo recibió 298 goles.

A partir de su forzoso adiós, todo fue oscuro para los celestes, y nada volvió a ser igual, pues comenzó la era de fracasos y subcampeonatos. Grandes porteros como Ricardo “El Oso” Ferrero, Pablo Larios u Óscar Pérez, éstos dos últimos fueron incluso seleccionados, pero jamás lograron los números que consiguió el argentino.

Además de los 11 subcampeonatos, los celestes han vivido cosas sumamente extrañas, como el secuestro de Rubén Omar Romano, una suspensión en Liguilla por alineación indebida que pesó sobre Salvador Carmona, entonces suspendido por dóping.

¡LOCURA!

Otro evento inesperado en Cruz Azul se dio allá por el año 2003 con el director técnico Mario Carrillo. “El Capello” tuvo el fracaso más rotundo, pues sólo disputó 10 encuentros, los cuales perdió todos, situación por la cual Billy habló fuerte con sus jugadores, pero Sebastián Abréu realizó una de sus “locuras” y comenzó una revuelta en la cual jugadores de gran envergadura como Juan Francisco Palencia y Óscar Pérez rescindieran su contrato.

LÍNEA DEL TIEMPO

Temporada 80-81: En busca de su segundo tricampeonato, Cruz Azul se enfrenta a Pumas, con el que pierde por global de 4-2. Para esta final, La Máquina no pudo contar con el “Superman” Marín, portero artífice de los seis títulos anteriores. Miguel sufrió un infarto, el cual lo alejó de las canchas.

Temporada 86-87: Tras seis temporadas llenas de malos resultados, La Máquina logró conjuntar un gran equipo y regresó a una final, la cual nuevamente perdió. Cruz Azul se midió a Chivas, que venció a los celestes 4-2, marcador con el que los cementeros consumaron su segundo subcampeonato. En esta final, Agustín Manzo e Ignacio Flores no pudieron jugar por lesión.

Temporada 88-89: La primera final de Guillermo Álvarez Cuevas como presidente de Cruz Azul. Tras una “innovadora” Liguilla, La Máquina y América se enfrentaron en una edición más del ‘clásico joven’, en la cual las Águilas se sacaron la espinita de los 70’s y derrotaron a los celestes 5-4, para coronar su bicampeonato.

 

Temporada 94-95: La Máquina fue electrocutada por el “equipo de la década”. Para este torneo, Cruz Azul contaba con un excelente grupo, en el cual destacaba el líder de goleo Carlos Hermosillo, quien marcó 35 goles. Con esto parecía que podría conseguir un título después de 15 años y tres subcampeonatos, pero no fue así. Ivo Basay, ídolo del Necaxa, apagó las ilusiones cementeras y le dio el campeonato a los Rayos. Cuarto fracaso de los de La Noria.

Invierno 1997: ¡Gol de oro! Después de 17 años, Cruz Azul pudo romper con su primera maldición. La Máquina derrotó a León 2-1, en el Nou Camp, con un penalti de último minuto en tiempos extras que convirtió el ídolo cementero, Carlos Hermosillo. El “Grandote de Cerro Azul” recibió una patada artera de Ángel David Comizzo, por lo que Arturo Brizio marcó pena máxima a favor de los celestes. Hermosillo cobró y Billy Álvarez festejó su primer y último título.

Invierno 1999: De forma insólita, Cruz Azul nuevamente pierde una final. Este torneo fue el parteaguas de la nueva debacle cementera, pues a pesar de tener un equipo fuerte, sólido y protagonista, los “fantasmas” se aparecieron en su “nueva casa”, el estadio Azul, y de último minuto, con gol de oro de Alejandro Glaría, Pachuca comenzaba su era ganadora. Cabe recordar que el “Huesito” anotó el tanto del triunfo con los genitales.

 

Libertadores 2001: José Luis Trejo conformó un equipazo, el cual se volvió protagonista en la primera edición de la Copa Libertadores de América, donde participaron clubes mexicanos. Para llegar a la final ante Boca Juniors, La Máquina dejó en el camino a Cerro Porteño y River Plate. El partido decisivo fue en la “Bombonera” de Argentina, donde los celestes ganaron 0-1 e igualaron el global 1-1 para forzar a la tanda de penaltis. En la serie determinante los cementeros cayeron 5-3 y consumaron un tropiezo internacional que fue aplaudido por la instancia que ocuparon.

Clausura 2008: ¡Hachazo! Nueve años después, La Máquina llegó a una final, la primera en la que no es favorito, pues en este certamen Santos fue superlíder, después de lograr su salvación porcentual. En el duelo de ida, los Guerreros se impusieron a los cementeros en el estadio Azul 2-1 y en la vuelta, los laguneros dejaron vivir a los celestes, al grado de igualar el marcador, pero de último minuto, Daniel Ludueña le dio la victoria a los albiverdes.

Apertura 2008: Seis meses más tarde de su tercer fracaso consecutivo, Cruz Azul tuvo la oportunidad de sacarse la espinita ante Toluca, pero se les apareció el mismísimo Diablo. En esta final los cementeros perdieron en serie de penaltis 6-7 luego de haber realizado la hazaña de igualar la desventaja que sufrieron en el duelo de ida de 0-2. En el encuentro de vuelta, la polémica se hizo presente, pues el árbitro le perdonó la tarjeta roja a Cruzalta luego de una falta que conmocionó a Villaluz y que no se marcó como pena máxima. El único que falló en la tanda fue Alejandro Vela.

Concachampions 2009: No hay quinto malo… Después de cinco finales y la tercera de forma consecutiva, Cruz Azul volvió a caer en una final más, ahora ante el Atlante, en la Liga de Campeones de la Concacaf  y así sumar 11 años sin levantar un título.

En esta ocasión los celestes cayeron por un marcador global del 0-2, donde los Potros de Hierro lograron su boleto a Dubai para el Mundial de Clubes

Apertura 2009: Cuarto en fila. Después de perder tres finales de forma continua, La Máquina se levantó de la lona y tras un gran torneo, los celestes llegaron a su cuarta final de forma consecutiva, la cual para su desgracia perdieron ante un Monterrey que ganó todo en esa década. El marcador global fue 6-4, en una magnífica noche del “Chupete” Suazo. Con este descalabro, Cruz Azul cerró una década de subcampeonatos.

Clausura 2013: La más dolorosa de todos los tiempos. Tras quince años de fracasos, Cruz Azul logró coronarse en la Copa MX frente al Atlante, situación que le dio un envión anímico para cerrar de gran forma el torneo y meterse de lleno a la Liguilla, incluso llegó a la final como favorito sobre su acérrimo rival, América. En la ida ganaron 1-0, pero en la vuelta los celestes tomaron la ventaja y a falta de cinco minutos parecía que acabarían con la maldición, pero los fantasmas llegaron al Azteca, y con un par de goles de Mosquera y Moi Muñoz, las Águilas empataron de último minuto y alargaron a tiempos extras y penaltis, donde los cementeros cayeron 4-2. De esa forma iniciaron una nueva década llena de malos resultados.