Dos orejas se cortaron en la plaza Monumental durante la séptima corrida del Serial Taurino de la Feria de San Marcos, a razón de un apéndice para el español Miguel Ángel Perera, que tuvo en sus manos el mejor toro del encierro y otro para Luis David Adame por una faena marcada por la originalidad de sus procederes. Mientras que Juan Pablo Sánchez se fue de vacío ante un lote de escaso juego.

GANADO

Se lidiaron toros de San Miguel de Mimiahuapam que cumplieron en presencia y dieron juego diverso. El mejor de la tarde fue el cuarto. Ello, ante dos tercios de entrada.

COMPLACIÓ A SUS PAISANOS

El torero de la tierra, Luis David Adame sumó otro apéndice a su cuenta personal en este ciclo donde ya traía uno en la espuerta tras haber participado en una corrida previa.

A ese toro que fue el tercero del encierro, Adame lo recibió en el centro del ruedo con chicuelinas muy bien ejecutadas. Tras el puyazo quitó por tafalleras.

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En un insólito inicio de su labor con la muleta, citó al toro de tablas a medios y cuando la asistencia esperaba la realización de un cambiado por la espalda, improvisó con una serie de manoletinas que sorprendió a la gente, que de inmediato agradeció con palmas tan originales formas en la búsqueda de presentar una faena diferente y variada; circunstancia que mantuvo a lo largo de todo el trasteo.

La inspiración estuvo apoyada en su valentía para complacer a sus paisanos. Logró estupendos pasajes de naturales que lograron que su trasteo fuera in crescendo para lograr un cierre emotivo.

Le alcanzó todavía para una tanda integrada por arrucinas, cambiados por la espalda y pases con las rodillas en tierra. Puso punto final al emplearse en una estocada entera de pronto efecto, por lo que recibió el trofeo auricular entre la aclamación del graderío.

El sexto salió tirando arreones y a punto estuvo de llevarse al diestro en vilo tras trincarle la chaquetilla, de la cual debió desprenderse el diestro para poder continuar toreando. Estuvo presto ante este toro con el que optó por un toreo de cercanías aderezado con detalles pintureros.

EL SON DE PERERA

Miguel Ángel Perera estuvo muy dispuesto con el abreplaza. Se retiró en silencio. Su faena importante aconteció con el cuarto toro. Este fue el lujo de la corrida de San Miguel de Mimiahuapam al que recibió con lances reposados.

El subalterno hispano Curro Javier fue prendido contra las tablas por el codicioso astado que hizo hilo con él tras un par de banderillas. Salió maltrecho con golpes fuertes en el pecho y en los brazos. Pasó a la enfermería por su propio pie.

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Volvió a sonar el son de Perera con la muleta ante el buen toro cuyo largo recorrido imprimió extensión a los muletazos del extremeño. Con la sarga presentada de frente, ligó los pases para demostrar que tiene la onza. En todo momento empleó su temple en tandas por ambos pitones. Se entregó en la estocada y cortó una oreja.

ESFORZADO

Finalmente, Juan Pablo Sánchez ante el segundo toro efectuó una faena de exposición que le costó una tremenda voltereta. Con el quinto siempre buscó que luciera el temple que le caracteriza pero no contó con la colaboración de su socio. Logró detalles antes de despedirse, luego de estocada y dos golpes de descabello.