EL 11 de octubre de 2013 quedó grabado en la historia del futbol mexicano y a nivel mundial. Después de recibir una ráfaga, controló el esférico en fracción de segundos y, de espaldas al marco, soltó una espectacular chilena que aterrizó irremediablemente en las redes panameñas.

Sí, aquel golazo de Raúl Jiménez cumple un año de vida y se recuerda como si hubiera sido ayer. Esa anotación, a unos minutos del final de aquel encuentro eliminatorio entre México y Panamá, en el estadio Azteca, significó la salvación. El equipo estaba listo para aspirar aún al Mundial. De no ser por Raúl, el Tricolor no lo habría logrado.

Noche fantástica, memorable, cuyo bombazo salvador reactivó a la Selección Mexicana de cara a Brasil 2014. El mundo volvió a considerar a nuestro representativo como invitado a la justa más importante del planeta y el héroe estremeció el emblemático Coloso de Santa Úrsula como hacía tiempo no se conseguía.

Jiménez, en aquella batalla contra los panameños, ingresó al minuto 83. Lo hizo por Jesús Zavala. Su misión era conseguir un gol desesperado. Y lo consiguió con moño y bombín.

Dos minutos de permanencia en el césped bastaron para que ese joven espigado, de 22 años, ejecutara la espectacular chilenita sobre los canaleros. El 2-1 que rompería el empate dramático frente al rival directo en pos del boleto.

Una chilena que valió para que México, a la postre, jugara el repechaje contra Nueva Zelanda, y la clasificación al máximo certamen balompédico.

ESTO publicó así la descripción de ese gol.

2-1. MINUTO 85.- Arce envió servicio para Jiménez, contuvo la pelota y de chilena remató, el balón se estrelló en la cara interna del poste y besó la red. ¡Belleza de gol!
A un año de esa noche fantástica, Raúl Jiménez conversó con su papá, a quien le comentó: “Jamás olvidaré ese gol, que es histórico. Es uno de los goles más hermosos de mi vida, aunque también está el que anoté ahora con el Atlético de Madrid. La verdad que recordar es vivir, y hay que seguir en busca de éxitos”, expresó don Raúl al Diario de los Deportistas, no sin antes suspirar “¡Qué golazo!”