Julio César Chávez González, el legendario JC, experimentó todas las situaciones que uno pueda imaginar arriba y abajo del cuadrilátero. Hoy transita por una etapa muy diferente de su existencia alejado de los golpes propios como acompañante de Julio César Chávez júnior, quien sostendrá una pelea determinante contra Saúl “Canelo” Álvarez el cada vez más cercano sábado en esta Ciudad del Juego, cuyo fuerte calor propio de la época parece aumentar con el que genera la pasión entre los seguidores de ambos contendientes.

El respetado JC platicó con ESTO sobre la comparación que se hace de aquel encuentro entre Carlos Zárate y Alfonso Zamora, titulado “de las Zetas”, que posiblemente haya sido el más publicitado entre rivales mexicanos de épocas pasadas, con el de Julio chico y Saúl. La razón es que por primera ocasión se enfrentaban dos campeones mundiales invictos como Zamora y Zárate -lo eran en peso gallo-, aunque esa cita fue acordada a 10 episodios para que el perdedor retuviera su fajín. Ello ocurrió el 23 de abrll de 1977 en El Fórum de Inglewood, California.

“Lo que yo recuerdo de Zárate contra Zamora -expresó Chávez-, es que hasta eran amigos, entrenaban juntos, eran del mismo mánager, del ‘Cuyo’ Hernández. Pues la verdad con todo respeto, no te puedo decir que pueda compararse con esta pelea (Julio Jr. contra el “Canelo”). Aquella, me imagino que en ese tiempo fue una pelea mediática, de mucho morbo, eran campeones del mundo del mismo mánager, yo creo que se traían ganas. No pude mirarla por televisión”.

Le indicamos a nuestro entrevistado que Zamora era subcampeón olímpico y mostraba un historial invicto profesional con puros nocauts; a Zarate sólo un oponente se le había ido sin ser noqueado. La pasión fue tal, que al final del combate, el papá de Zamora se metió al ring y le lanzó patadas al ‘Cuyo’ Hernández”.

“No te puedo describir mucho -señaló Julio-, pero sé que se enfrentaron dos grandes peleadores que yo he admirado, y fue una gran pelea que duró cuatro rounds muy intensos, sólo que Zarate por su altura se impuso”.

“Lo que pasa es que yo entrenaba mucho con Ramírez. Yo iba empezando como profesional y él ya era campeón nacional, ya era estelar; era abusón conmigo y cuando me ponía el ‘Zurdo’ a boxear con él, en los primeros dos rounds yo siempre he sido competitivo, pero me cansaba y Ramírez me quería arrancar la cabeza. Eso me enojaba, me bajaba del ring enojado por lo abusón que él era. Y fui creciendo poco a poco hasta que ya nos emparejamos, y un día entrenando lo tumbé y el ‘Zurdo’ gritó ‘tiempo’ (expresión para detener las acciones). Y dije ‘tiempo’, madres, si acababa de empezar y me bajé del ring; fue cuando me separé del ‘Zurdo’ Félix”.

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Le recordamos a Chávez que en la conferencia de prensa en el hotel Las Vegas Hilton, después del combate en que le arrebató el cinturón del CMB a Ramírez, él se hizo de palabras con Ramón Félix mientras eran entrevistados.

“Sí, claro, porque Ramírez siempre fue su consentido, es por eso que me alejé del ‘Zurdo’, que después a él le pesó muchísimo y lloró, pero yo ya había tomado la decisión”.

Inquirimos a JC cómo fue que comenzó a entrenar con Cristóbal Rosas, el mismo entrenador capitalino que estuvo con el gran Salvador Sánchez desde su coronación hasta su última defensa contra Azumah Nelson, dado que el inolvidable campeón universal pluma no pudo hacer más, al morir en un accidente de carretera.

“Don Cristóbal, que en paz descanse, era una persona muy querida, era un hombre muy íntegro, serio, respetuoso y me caía muy bien. Recuerdo que llegué al gimnasio Nuevo Jordán, me lo presentaron y me dijo que era entrenador de Salvador Sánchez, que acababa de morir. Le dije que si le parecía bien entrenarme y le dio muchísimo

Luego de evocar aquella noche extraordinaria de marzo de 1990 en que puso fuera de combate al estadounidense Meldrick Taylor en los últimos segundos de un choque de monarcas mundiales invictos de peso superligero, lo que le valió el reconocimiento definitivo de mejor boxeador libra por libra, Julio nos confirmó que estuvieron juntos en su esquina don Cristóbal y el entrenador español José “Búfalo” Martín, que era especialista en cortadas.

Volvimos el reloj tres años atrás, y el César nos aclaró que no fue “Búfalo” quien le aconsejó colocarse una cinta roja en la cabeza para su épico combate de noviembre de 1987 contra el boricua Edwin Rosario, al que le quitó la faja mundial ligera de la AMB.

El César del boxeo puntualizó: “Fue Eddy Mafuz (ex promotor, entrenador y mánager que formaba parte del equipo de Don King) el que le dijo a ‘Búfalo’ que me pusiera la cinta roja. Le dije, ‘estas loco, cómo me voy a poner esa chingadera’. Entonces Eddy Mafuz me aconsejó, ‘póntelo porque eso ahuyenta los malos espíritus’. Le dije que yo no creía en esas cosas y me respondió ‘ellos tienen tu foto en una bandeja con hielo, la mamá de Rosario es bruja y te está haciendo brujería’. Entonces me la puse y como gané se me hizo como un amuleto. Después me pagaban por traerla, ¡la hubiera patentado porque ahora todo mundo la trae!”.

JC volvió a usar una cinta roja en el combate que su hijo Omar se vengó de una derrota contra Ramón “Inocente” Álvarez, al noquear a ese hermano del “Canelo” en solamente dos rounds el sábado anterior en Chihuahua.

Ahí, en la transmisión televisiva, concluidas las acciones, Julio pidió a quienes asistan al próximo combate entre el Júnior y el “Canelo” que se coloquen cintas de ese mismo color para mostrar que están del lado de su hijo. En cambio, recomendó a los seguidores del jalisciense que en caso de llevar esas cintas en la cabeza que están tan de moda, sean de cualquier otro tono.