POR OMAR PÉREZ DÍAZ

¿Cuál es el secreto del ‘Conejo’?

ESTO ha viajado hasta la Bella Airosa para intentar descifrarlo.

Quizá en el agua que bebe… tal vez en las casi diez horas que duerme… posiblemente su cuidadosa alimentación… o de plano es un futbolista con estrella…

Óscar Pérez sonríe y en unas cuantas palabras tumba nuestras teorías.

“La explicación está en el trabajo, en dar lo mejor y poner todo el empeño, ciento por ciento, a favor del futbol, con los compañeros y la institución a la que perteneces. Así es como se dan las cosas”, dice con el tono de un sabio de las canchas.

Foto: Érik Estrella

Es verdad.

Todos se quedan con el portero que vuela de un palo a otro.

Con ese salto ya mítico salto para tocar con un pie el travesaño.

También con el gol que le metió, por segunda vez, a Jesús Corona para evitar la derrota del Pachuca en el último contra Cruz Azul.

Pero nada de eso es casualidad.

Foto: José Luis García

La leyenda se ha forjado aquí, en la cancha de entrenamiento, donde nos atiende.

Embadurnado de protector solar. Molido por los lances. Guantes y botines gastados de tanto uso. Ropa manchada por el contacto con el pasto.

Así, el tres veces mundialista ha labrado un final épico para su carrera.

Y así se abre de capa con el Diario de los Deportistas.

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DEJA HUELLA

Primero, va camino a ser el futbolista con más partidos oficiales en el balompié mexicano.

Con 721 apariciones, está por empatar a Oswaldo Sánchez (723) y, de continuar en el Apertura 2017, como todo parece indicar, esa marca será suya.

“Es un gran logro y espero añadirla más duelos. Ya será cuestión de hablar con el cuerpo técnico y la directiva sobre el siguiente campeonato porque el plan es que Alfonso (Blanco) reciba más oportunidades”, aclara.

BROCHE DE ORO

Segundo, le espera el Mundial de Clubes 2017.

Emocionado, apunta:

“Es muy bonito volver a jugar ese tipo de certámenes, y digo ‘volver’ porque ya me tocaron Copas del Mundo, Copas América y Copa Libertadores. Son campeonatos inolvidables que trascienden y concentran a la élite del futbol mundial”.

Falta muchos meses, por eso mismo, no se desboca.

Espera en Dios llegar a la cita en Abu Dhabi y poner el broche de oro a su carrera.

Levanta la ceja cuando ataja:

“Para mí sería trascender y lograr pasar esa barrera donde todos los planteles mexicanos se han quedado. Vamos a buscar la manera y, ¿por qué no?, ser campeón”.

Ojo, no es un delirio…

“Queda mucho tiempo por delante y es una ilusión que nadie me puede quitar”, dispara.

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VIEJOS LOS CERROS

Bajo un sol a plomo, igual nos preguntamos si los Tuzos han sido la ‘fuente’ de la eterna juventud para Óscar.

En cuatro años acumula tres finales y dos títulos. Uno de Liga y otro de Concachampions.

“Es una etapa muy bonita, algo que disfruto con mi familia porque durante siete años me tocó pelear por no descender. Desde que estuve en Cruz Azul, calificando, disputando finales, incluso de Copa Libertadores, no me había tocado otro momento así”.

SIGUE AMÉRICA

No podíamos irnos sin un último tema: el cerrojazo del torneo regular frente al América.

Pachuca debe ganar y esperar una combinación para calificar.

Pérez se va quitado los guantes cuando avisa:

“Todavía se puede calificar. El conjunto está consciente de que vamos ante un gran rival, de los más importantes de México. No será fácil pero tenemos nuestra calidad, nuestra peligrosidad y buscaremos sacar adelante el resultado que nos meta a la Liguilla”.

Dicho esto, como cualquier obrero de la cancha, el ‘Conejo’ se sacude el polvo, toma sus arreos y enfila al vestidor.

El futbolista, el arquero, en estado puro, aguardando el instante de seguir escribiendo historia bajo los tres postes.

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HACE BUEN EQUIPO

Conoce mejor que nadie al ‘Conejo’.

Es Alan Cruz, quien lleva entrenando a Óscar Pérez desde el 2009, cuando Luis Fernando Tena los juntó en Jaguares de Chiapas.

Estuvieron en Necaxa, San Luis y, ahora, Pachuca.

Foto: Érik Estrella

Luego de tanto tiempo, el ex portero de equipos como Tecos y Atlante, asegura:

“Soy un afortunado por trabajar con tipo como él, como Poncho Blanco o Rafa Ramírez porque hacemos una buen grupo para trabajar. Confía en mí, tiene unas grandes condiciones y mi tarea es acompañarlo, dosificarlo en lo que hace”, explica el profesor.

Sobre la longevidad del guardameta tuzo, agrega:

“Es un profesional que siempre tuvo claro cómo quería terminar su carrera. No se aferra a ella, los tiempos se han alargado porque se siente bien. No me cuelgo de sus logros; sus cualidades y su deseo lo han llevado hasta ahora. Seguir otros seis meses es bueno porque tendremos al ‘Conejo’ en la cancha un tiempo más”, apuntó Alan Cruz

FRASE

“Mi ilusión siempre fue trascender, dejar huella, implantar marcas y sobresalir. Lo que ahora estoy viviendo me tiene muy contento”

“La verdad es algo que extrañaba porque me acostumbré (a jugar finales). Venir a Pachuca fue un acierto y le estoy muy agradecido a Jesús (Martínez), a Andrés (Fassi) y a Marco (Garcés) por la oportunidad de traerme”