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Mira

6, mayo 2017 - 23:40

┃ Alejandro Alfaro

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Fracaso. No hay otra palabra para definir el hecho de que América no haya conseguido entrar a la Fiesta Grande. La racha de Liguillas consecutivas llegó a su fin junto con la era de Ricardo Peláez, una detrás de la otra.

Pachuca llegó a Santa Úrsula para hacerle la maldad a unas Águilas que pelearon, acariciaron la resurrección tras la desventaja de dos goles, pero con un cabezazo de Óscar Murillo vieron como se apagaron sus esperanzas.

A los Tuzos tampoco les alcanzó. El resultado de Morelia terminó por negarles la fase final, por lo que tendrán que conformarse únicamente con el título de la Concachampions.

No habrá Liguilla para la Ciudad de México,

 

EL JUEGO

A sabiendas de que la noche de ayer era a matar o morir, América y Pachuca saltaron a la cancha del estadio Azteca a jugarse su última carta para poder aspirar a la Liguilla. No había tiempo para especular, ni guardarse nada, así lo entendieron los dos cuadros al salir a jugar y proponer bajo sus respectivos estilos, el encuentro.

Fueron los Tuzos los encargados de dar el primer aviso de seriedad con un centro al área que quedó pleno para Franco Jara, quien de manera increíble voló la pelota y se llevó las manos al rostro consciente de que dejó ir una importante.

Después de eso, vino la respuesta del local. Lainez intentó penetrar el muro hidalguense, y cerca estuvo de hacer daño con un servicio que Peralta casi alcanza para empujar, pero no lo logró. De igual forma, William da Silva logró entrar al área, alcanzó la línea de fondo y cuando el grito de gol estaba en la punta de la lengua de la parcialidad de casa, el brasileño metió una diagonal retrasada que no encontró destinatario.

Tras ese momento, vino un golpe de Pachuca que mandó a la lona a las Águilas. Contragolpe letal dirigido por el “Chucky” Lozano, quien cerca del área intentó tirar, pero Bruno Valdez desvió y con eso provocó que la pelota le cayera a Urretaviscaya para que este definiera con frialdad al picar el esférico ante la salida de Marchesín.

Por si fuera poco para los cremas, se tendrían que ir al descanso con el segundo gol en contra que, en ese momento, ya los tenía eliminados. Víctor Guzmán condujo a velocidad, entró al terreno americanista y metió un disparo que contuvo en un par de ocasiones Marchesín, ya que en el rebote también le atajó a Jara; sin embargo, el “Rayo” Urretaviscaya se volvió a encontrar con el rechace y ahora simplemente tuvo que dar un pase a la red. 0-2 que desde ese momento le daba el pase a los de la Bella Airosa para la alegría de los miles de seguidores que los acompañaron desde la capital hidalguense.

Quien creyera que América estaba muerto al medio tiempo, se equivocó rotundamente. A los tumbos, y con el orgullo por delante, lograron dar alcance a su rival con dos goles de Manuel Pérez, quien entró de cambio para darle vida a los suyos.

Primero un disparo cruzado desde el sector derecho del área para levantar al americanismo en las gradas, y un minuto después, un golazo en un zapatazo al ángulo superior derecho, nada que hacer para el cancerbero tuzo. 2-2 y el partido estaba no apto para cardiacos.

Pachuca no estaba dispuesto a perder lo que había conseguido antes del descanso, lo que quedó de manifiesto cuando Óscar Murillo se fue al ataque para rematar un centro dentro del área y devolverle la ventaja a un Pachuca que enmudeció al Azteca en ese instante.

Todo lo que podía salirle mal al América anoche, le ocurrió, y es que el momentáneo gol de Monterrey, tenía en Liguilla de rebote a las Águilas, lo cual terminó por esfumarse con el tanto de Ruidíaz, que indirectamente sentenció al América.

No hubo más en un estadio Azteca que, por primera vez en cinco años, no tendrá Liguilla por el título.

GOLES 

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