QUERÉTARO.- Un equipo diferente al que generalmente se está acostumbrado ver en Panamá se ejercita en la cancha de La Corregidora.

Atrás quedaron esos emblemas como Felipe Baloy o Jaime Penedo, la nueva escuadra canalera tiene a muchos jóvenes con hambre, además del emblema, el delantero Blas Pérez, todos buscan convencer al nuevo entrenador Hernán Darío Gómez.

El “Bolillo” divide a su escuadra en dos, por un lado los delanteros, Blas es acompañado por Darwin Pinzón, Roberto Nurse y Alfredo Stephens, quienes prueban frente al meta titular Óscar McFarlane. Mientras los demás pelotean y la prensa, tanto local como panameña, comienza a tomar su lugar.

De repente, Gómez levanta la voz, todos al centro del campo, una charla de cinco minutos y todos comienzan a tomar su poción.

El “11” ante México parece definido, McFarlane en la meta, Parris, Torres, Henríquez y Cummings lideran la zaga. Gómez, Escobar y Godoy se dejan sentir en el medio campo, Cooper y Pinzón por las bandas, en punta solo Blas.

Aunque los de casaca aprietan fuerte para ver si se ganan la confianza del técnico, Nurse, Quintero, Miller y compañía se esfuerzan con el fin de cambiarle la opinión a un entrenador colombiano que parece decidido a alinear de la forma ya mencionada.

El sol impacta, cansa a los jugadores y deciden retirarse en un entrenamiento que finaliza con un baile entre Blas y Pinzón, además de las fotografías de algunos en el inmueble mexicano, innovador para muchos.