FOTO: ALBERTO MOLTALVO

EL “Chucho” no se ha ido, sus goles, carisma y timidez lo mantienen vivo en el recuerdo de sus miles de aficionados, el ídolo ecuatoriano partió de la tierra el 29 de julio del año anterior para convertirse en leyenda.

El aniversario 98 del equipo azulcrema fue el pretexto ideal para rendirle un justo homenaje; con las Águilas alcanzó su tope futbolístico, el “Chucho” fue tricampeón de goleó (Clausura 2012, Apertura 2012 y Clausura 2013).

Y qué mejor rival que el Santos Laguna para que el momento fuera redondo, con los laguneros obtuvo un título más de goleo.
En la explanada del Azteca las playeras amarillas fueron mayoría, también hubo albiverdes, eso sí, todas con el inseparable 11 de Benítez.

Las banderas y demás artículos giraron alrededor del ecuatoriano.
En el interior del recinto, sus hijos Cristiano y Emmily fueron los encargados de entregar el balón, su esposa Liseth observó a distancia el emotivo momento.

Al minuto 11 del partido el inmueble se puso de pie y le dedicó miles de aplausos, además de entonar el histórico “Chucho”,”Chucho”.

Al descanso las pantallas del Azteca proyectaron imágenes y videos con los goles que marcó Benítez, la anotación que más se repitió fue la que logró en la final cardiaca frente a Cruz Azul, ¡qué momento!, fue como volver a vivirlo.

Al final del cotejo una vez más los hijos y viuda de “Chucho” pasaron al centro y recibieron el cariño del público.
Así transcurrió el homenaje al ecuatoriano, el goleador que pasó de ídolo a leyenda.