TOLUCA.- Contrario a lo que pasa en cualquier otra plaza, principalmente en el Ciudad de México, la llegada de Chivas a Toluca fue fría y deslucida.

El cuadro rojiblanco arribó minutos antes de las 17:00 horas a la capital mexiquense en vuelo chárter procedente de Guadalajara, pero lo hizo sin atender a nadie.

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El plantel tapatío abordó un autobús en la pista del aeropuerto y de inmediato se trasladó a su hotel de concentración. Lo que destacó en esta ocasión es que sólo unos cuantos medios de comunicación lo esperaban; ningún aficionado estaba ahí.

Y es que al igual que como pasó a su salida de Verde Valle unas horas antes, el equipo no atendió a nadie, se escondió y ni siquiera sus aficionados pudieron acercarse.

Lo mismo pasó en el hotel, donde menos de 10 seguidores vieron entrar el autobús, con la esperanza de verlos aunque fuera a través de los barrotes. Pero ni los gritos, ni la ilusión, particularmente la de los niños que esperaban, bastaron para que los futbolistas se dieran unos minutos para atenderlos.

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Según información de aficionados rojiblancos, esta ocasión, más que apoyarlos a su llegada, están más enfocados en conseguir boletos para el partido de esta noche, aunque sea en la reventa, pues estos están agotados desde el martes.

Y es que antes, el Rebaño se caracterizaba por su flexibilidad, por su cercanía con la gente y con el tiempo que le dedicaban a su afición, esa que ahora no les dio un gran recibimiento. (Violeta Alva / Fotos: Ramón Romero / enviados especiales)