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22, mayo 2017 - 10:05

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GOLES

 

CRÓNICA

POR ALEJANDRO ALFARO

FOTOS: RAMÓN ROMERO

ENVIADOS ESPECIALES

 

TIJUANA.- Sin despeinarse y con autoridad. Así fue como Tigres se plantó en Tijuana para apagar con cualquier intento de rebelión de unos Xolos que tuvieron sus oportunidades, no las concretaron y se despidieron del Clausura 2017.

Miguel Herrera dijo adiós a la frontera. También lo hizo Guido Rodríguez. Ambos ya son esperados en Coapa, por lo que tuvieron su última tarde con la rojinegra de los “Canes Aztecas” puesta.

Del otro de lado de la moneda, los felinos están en una nueva Final, ahí los espera Chivas. Segunda definición por el título consecutiva para la UANL ante un equipo grande; ya le ganaron al América, ahora Guadalajara será el sinodal para una institución que hace de todo para marcar una época.

EL JUEGO

En la vida y en el futbol, la esperanza muere al último. De eso eran conscientes todos en Tijuana, es por eso que desde temprana hora la gente se acercó al estadio Caliente para respaldar a unos Xolos que salieron al terreno de juego con la urgencia de remontar un marcador de dos goles en contra, lo cual parecía una de esas llamadas misiones imposibles.

Con todo y eso, los de Tijuana salieron valientes y fueron al frente en busca de recortar la distancia ante un sólido Tigres, que no llevaba prisa, lució su largo y retorcido colmillo, mostró su experiencia en este tipo de batallas, y aunque de inicio tuvieron momentos de apremio, ahí estuvo Nahuel para ponerse la capa de héroe y sacar lo que le llegó.

Y es que el portero argentino se multiplicó. Primero, una estirada para sacar sobre la línea una pelota de cabeza rematada por Caraglio que caía amenazante, pero que con un manotazo, mandó a tiro de esquina. Después, Henry Martín tuvo en tres minutos dos oportunidades claras, una se fue por encima y en la otra, Nahuel desvió con las piernas. La cortina auriazul estaba abajo y parecía reforzada con candado.

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Mientras tanto, del otro lado de la cancha, Lajud tenía un auténtico día de campo. Poco y nada fue exigido con todo y que Gignac estaba como punta de lanza de los de San Nicolás, pero lejos de inquietar, hasta terminó pintado del color de su camiseta por simular una falta dentro del área, cosa con la que claramente no estuvo de acuerdo, ya que antes de irse al descanso, dialogó con el silbante sobre lo ocurrido.

La tarea de darle la vuelta al marcador global por si sola ya era compleja para los Xoloitzcuintles, pero añadirle el intentarlo con un hombre menos lo volvió una auténtica encrucijada. Duelo de Guidos, los dos contenciones y ambos argentinos. Pizarro arrancó a gran velocidad desde medio campo, dejó atrás a sus rivales, y cuando se disponía a entrar al área, Rodríguez lo derribó, lo que provocó su segunda amonestación y su pronta ida a las regaderas… y a Coapa.

Con los clavos listos para sellar el ataúd fronterizo, un tigre frío, cazador y calculador, liquidó a su presa. Gignac, arrinconado por dos defensas de la jauría, se sacó de la chistera un taconazo, que antes de llegar a su destinatario, rebotó en una pierna rival, lo cual no impidió que Aquino recibiera para entrar como cuchillo en mantequilla y cruzar la de gajos por completo, a segundo poste de Lajud, que nada pudo hacer. La sentencia estaba dictada.

Todavía la U de Nuevo León pudo incrementar la ventaja en un contraataque de Sosa con Dueñas. Dos contra uno ante Lajud, el argentino sirvió a su compañero, que sin guardameta en la portería, la mandó de forma increíble por un costado. Sin embargo, una nueva oportunidad llegaría y el campeón no la dejaría pasar. Jurgen Damm recibió el esférico cerca de la portería de Gibran y con un derechazo a la base del primer poste, donde le duele a los arqueros. Con eso le puso la cereza en el pastel finalista felino.

No hubo gesta heroica en la frontera. La esperanza murió al último, como lo dictan los códigos no escritos del futbol y la vida. Ahora esa esperanza vive en la hinchada de Tigres, que sueña con el bicampeonato con más fuerza que nunca.

ACCIONES DEL PARTIDO