TEXTO Y FOTOS: LUIS GARCÍA OLIVO

ENVIADO ESPECIAL

KAZÁN.- A casi 24 horas de que ruede el balón en esta ciudad con el inicio de la Copa Confederaciones, los rusos no tienen idea de lo que se jugará en su país. Saben que el próximo año tendrán el Mundial, pero desconocen, en su mayoría, que serán anfitriones del preámbulo mundialista con la Copa Confederaciones.

La mayoría de su población es joven, pocos son los adultos, la mayoría de los lozanos son padres a temprana edad y aún así estudian en una de las 30 universidades que están repartidas en Kazán.

Los parques, las calles y avenidas lucen tranquilas, sin fiesta o folclor mundialista, salvo la poca publicidad que hay sobre el certamen.

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Y es precisamente en los parques en donde se manifiesta su tranquilidad de cara al evento internacional. Disfrutan de la familia, del atardecer, del tiempo de calidad con el ambiente y la naturaleza, no se distraen con el fenómeno FIFA que llegó a su país.

En las plazas, calles y supermercados pasa lo mismo: no hay interés por el campeonato ni saben si su selección va a jugar, pero sí conocen únicamente a Cristiano Ronaldo. El futbol no es lo suyo y sí el hockey.

No obstante, solamente algunos jóvenes saben lo que se avecina, pues en canchas de futbol imitan a ser las nuevas figuras de balompié, pese a las enormes miradas de la belleza femenina, esa que aparece en cualquier punto de la ciudad.

Los rostros de las princesas rusas junto a sus siluetas moldeadas, cual figuras de porcelana, son un poema más a la música que se entona en la tranquilidad de Kazán, pues es constante ver a pequeños grupos musicales que llevan sus sonidos, mismo que pintan de colores el contexto infantil en el escaparate de su diversión.