KAZÁN.- México y Portugal abrirán hostilidades en la Arena Kazán, escenario que por fuera ya había enamorado, pero por dentro terminó por cautivar.

La Arena simplemente es una joya, una genialidad de la ingeniería rusa con los altos estándares que rige la FIFA, sin palabras y boquiabiertos es como dejó a los medios de comunicación en el entrenamiento y reconocimiento de cancha que Portugal y México sostuvieron previo a su duelo de esta tarde.

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Bañado por el color rojo que reina en sus gradas, junto a  algunos tintes en verde y blanco debido a los colores del Estado de Tartaristán y las tonalidades del club Rubin Kazán, el estadio combina los colores perfectos.

Foto: Luis García

Por un lado el verde espectacular del césped, el rojo de las gradas y como fondo el azul del cielo de Kazán, la mezcla perfecta.

En lo alto de las gradas, las banderas de México y Portugal ya aparecen como rivales. En el otro extremo, el Lábaro ruso junto al de la ONU y Fair Play decoran parte de las tribunas, y en la fachada, a través de una pantalla gigante, la vista es mejor. Rusia comienza a despertarse para su evento internacional.

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La cancha luce radiante y desde cualquier punto de las gradas se ve sensacional para no hallar pretexto y disfrutar cada uno de los juegos de la Copa Confederaciones y del Mundial para el próximo año.

Rusia o mejor dicho Kazán, se sacó un diez con su Arena, misma que ya sido probada con algunas especialidades en la Universiada, pero hoy será su reto de fuego: El preámbulo mundialista.

Foto: Luis García