La tibieza se fue. Paco Jémez es totalmente otro, el técnico de La Máquina tiene una apariencia más agresiva. El estratega español se dejó crecer la barba y luce más imponente. La época del estratega flexible se acabó.

Paco no tolerará otro torneo malo para el cuadro celeste, las exigencias son muy grandes como siempre.

Jémez se adelantó al plantel y llegó varios minutos antes a la práctica, Francisco se entretuvo con los balones que estaban en el campo. El entrenador hispano pateó el esférico varias ocasiones y también trotó. Unos lentes oscuros y una gorra redondearon su estilo más serio.

Paco estuvo con el rostro rígido todo el tiempo, el conjunto llegó puntual al entrenamiento y de inmediato se pusieron a las órdenes.

Los medios de comunicación observaron un lapso de la práctica y luego se retiraron. Jémez optó por la privacidad.

A lo lejos la voz del español se escuchó en varias ocasiones, Jémez gritó, ordenó y guió con rigidez el entrenamiento.

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Tras concluir la práctica Paco abandonó el campo con rapidez y se dirigió al gimnasio, él junto al “Chaco” Giménez y Gerardo Flores continuaron ejercitándose varios minutos más.

Casi una hora después Jémez salió y sin detenerse caminó hasta la salida del lugar. Francisco no atendió a los cuestionamientos de los pocos medios de comunicación que todavía continuaban en el lugar. Las charlas polémicas que siempre daba también concluyeron. Paco no hablará más: “Sólo hablaré en conferencias después del juego”, dijo Jémez sin mover los músculos faciales.

El estratega celeste abordó una camioneta y sin cambiar su mueca abandonó el lugar.

La nueva versión de Paco asusta e impone respeto. La Máquina será otra.